La historia entre Luciana Salazar y Martín Redrado siempre se caracterizó por los misterios, por esa eterna dinámica de fluir en el amor y de lanzarse recriminaciones y acusaciones muy filosas en el plano público. Así como se tiñó por las teorías de la participación en el nacimiento de Matilda.
La modelo y el economista se trenzaron en una mediación judicial por declaraciones en los medios y evidentemente no arribaron a buen puerto, dado que la blonda saltó a sus redes sociales a expresar su indignación en los últimos días.
“Acabo de recibir un e-mail que me muestra lo que sos capaz de hacer. No puedo entender tanto odio, ni tanta maldad. Siempre te metiste con lo más sagrado para mí. Quisiera encontrar las fuerzas para contar todas las cosas que me guardé tantos años, recordarlas aún me afectan y muchas tienen que ver con la maternidad”, posteó la modelo.
¿Qué quiso decir Luciana? Evidentemente todo se vincula con un aspecto oculto y en ese sentido se filtraron datos de un contrato que firmaron en 2016. Dentro de las cláusulas, el político se comprometió a abonar 3500 dólares mensuales hasta que la niña cumpla dieciocho años. Aunque con la salvedad que Luciana no puede oficializar ninguna relación amorosa en ese periodo.
Y como si fuese poco, Redrado aceptó transferir una suma de cinco mil dólares durante cinco años al separarse de Luli Pop, una cuestión que se formalizó allá por 2018. En ese documento legal, Martín también se encargó de costear dos viajes por año para la pareja.
A través del material publicado por Big Bang News se replica otro de los fragmentos del contrato entre Salazar y Redrado que reza: “Los firmantes se comprometen a una fidelidad absoluta pública y privada. En caso de que trascendiera alguna vinculación con terceros, deberán desmentirla en forma inmediata de su palabra. Ambas partes se comprometen a llevar el mismo estilo de vida, con flexibilidad a cambiar los días por temas hijos”. Impresionante.
