No hay vuelta atrás, nada podrá subsanar la grieta que quebrantó el vínculo. Ya accedieron al punto de no retorno y no existe ninguna solución. La relación amorosa entre Barby Franco y Fernando Burlando aterrizó en la estación del final definitivo.
Después de semanas de mensajes contradictorios en apariciones públicas, la modelo y el abogado terminaron por confirmar que la ruptura se erige en un dictamen solvente. Por eso, el foco se direccionó en encontrar los argumentos, aquellas situaciones que empujaron al abismo a este noviazgo.
En ese raid, Barby abrió el juego en sus redes sociales a que los seguidores le consulten inquietudes. En ese feedback, un usuario le preguntó respecto a si se sacaría el chip de geolocalización que se implantó hace tres años.
¿De qué se trata? Resulta que el letrado entendió que este dispositivo se erigía en una inteligente medida de seguridad, a raíz de sufrir varios robos y amenazas de secuestro. Por eso, el famoso abogado viajó a Estados Unidos con Barby y se sometieron a la inserción.
"Por seguridad, no puedo decir dónde está puesto, porque si me llegan a secuestrar, me cortan donde tengo el chip", reveló Barby.
La modelo habló al respecto, describió las particularidades de este método y soltó: "Por seguridad, no puedo decir dónde está puesto, porque si me llegan a secuestrar, me cortan donde tengo el chip".
En cuanto al proceso al que se sumergió en 2017, Barby narró: "Me colocó el chip una empresa israelí en los Estados Unidos. Te ponen una inyección y el chip es mínimo, es como un arroz”.
"Me colocó el chip una empresa israelí en los Estados Unidos. Te ponen una inyección y el chip es mínimo, es como un arroz”, reveló Franco.
Claro que esta novedad de ayer, en la que Franco reconoció en Instagram que se lo extirpará en breve podría vincularse a que Burlando no pudiera acceder a su ubicación. No obstante, Barby exteriorizó: “Decían que quizás Burlando puede bajar una aplicación en el celular y saber dónde estoy, pero no es así. En una situación extrema, él tiene que pedir permiso a la empresa israelí que se comunica con los Estados Unidos y le dicen donde estoy. Sé que en todo el mundo, la empresa con la que yo me puse el chip lo ha colocado a 10.000 personas".