Si bien la mayor parte de los niños que debutaron como actores jóvenes desea mantenerse en el rubro y captar las cámaras, no es el caso de todos. Podríamos mencionar a la icónica Camina Bordonaba, quien se alejó para vivir el arte desde otro lugar o a Camila Salazar, la hermana de Luciana Salazar, quien hoy vive en Europa, bien lejos del ojo público.
La joven saltó a la fama gracias a su participación en la novela adolescente Patito Feo, donde encarnó a Caterina, una de las integrantes del grupo Las Divinas, caracterizada como engreída y superficial. Muy alejada de su personaje, Camila decidió alejarse del mundillo televisivo y de los flashes. Actualmente vive en Ibiza, España, junto a su pareja Juan Ignacio Meliton.
La hermana de Luciana Salazar abandonó el país en el 2020, pero mucho antes ya había optado por la tranquilidad de una vida alejada de la farándula y el escrutinio público, como le pasa a varios niños y adolescentes que se exponen desde muy jóvenes a la vida mediática.
Tras su participación en Patito Feo, Camila optó por abocarse de lleno a sus estudios superiores: actualmente ejerce como psicóloga. Junto a su pareja, el productor Juan Ignacio “Mela” Meliton, decidieron armar las valijas en plena pandemia por coronavirus, dispuestos a aventurarse en una nueva vida en España.
Ambos, que abandonaron la Argentina para “buscar nuevas oportunidades”, viven en una casa frente al mar, en la localidad de Santa Eulalia. Mientras que Meliton se dedica al negocio de las criptomonedas, un rubro que ha crecido en escalada durante los últimos años, la hermana de Luciana Salazar se entrevista con sus pacientes argentinos de forma remota, a través de la computadora.
“Estoy trabajando como psicóloga y tengo pacientes argentinos que viven en la Argentina y en distintas partes del mundo, Costa Rica, Estados Unidos, México, Chile, España. Trabajo mucho, pero me divierto también y hay un futuro”, contó la ex actriz al ser consultada sobre su trabajo y detalló una serie de factores que llevan a que los emigrantes busquen un apoyo terapéutico.
“Hay mucha necesidad de hacer terapia por miles de motivos, sumados al desarraigo, la migración, la mirada del otro, los cambios. Todos tienen un factor en común y a la vez están inmersos en culturas tan distintas”, explicó Camila en relación a un proceso que ella misma atraviesa desde que decidió asentarse en el viejo continente. Además, expresó que cree que su estancia en España será para toda la vida.
Además, destacó que la virtualidad y la conectividad actual como algo positivo para el rubro, ya que gracias a ambas herramientas puede ayudar a aquellos que querían empezar terapia hace mucho, pero que por cuestiones culturales de sus lugares de residencia terminaban aplazando la idea.