Visceral, sin rodeos y con extrema franqueza. Ángel de Brito suele expresarse con vehemencia, no le esquiva a las concepciones filosas, ni acude a eufemismos para manifestar sus opiniones, sus puntos de vista.
En ese rasgo de su personalidad pública, lo que emana al aire en su programa y también en sus redes sociales, el periodista supo evidenciar que su vínculo personal con Paula Chaves viró a una alejamiento, a un polo opuesto a la amistad que cultivaron en el pasado.
Esas discrepancias se originaron, o se remontan, al 2020 cuando de Brito adelantó el embarazo de la esposa de Peter Alfonso, lo que provocó que se reconociera que le había dolido que se informara sobre esa experiencia tan movilizante de su vida.
En el 2021, Ángel volvió a soltar indicios de ese quiebre, cuando en su Instagram posteó ante la consulta de un usuario sobre si seguían siendo amigos con Chaves y Alfonso: "Perdimos diálogo. Con Pedro cada tanto mensajeamos. Pero todo bien".
Con todo este contexto, y antecedentes, se convirtió un dato revelador lo que contó este lunes el conductor de LAM. Resulta que Ángel narró alguna de las sensaciones que vivió en su asistencia al show de Tini Stoessel en el Hipódromo de Palermo.
Esa velada gélida en lo climático sirvió como pretexto para reencontrarse con Chaves, dado que de Brito especificó: “No tuve tanto frío porque fui abrigado, le mando un beso a Paula que la tenía adelante con sus nenes que estaban fascinados”. Algo sorprendida por ese episodio, Pía Shaw le preguntó: “¿Se saludaron?”.
De ese modo, Ángel explicó lo que sucedió con la animadora de Telefe: “Nos saludamos, hablamos dos minutos porque era todo un quilombo. Olivia (la hija de Chaves) sabía todos los temas, estaban fascinados los chicos”.