Días atrás, Santiago del Moro visitó en persona la casa de Gran Hermano, pasó por el confesionario, tuvo su mano a mano con el Big Brother y, antes de irse, dejó una valija cerrada con un pedido expreso: los participantes no podían abrirla hasta su debido anuncio.
Pues, bien, ese momento al fin llegó en la noche del lunes 16 de enero, cuando Del Moro le pidió a Maxi que, como líder de la semana, se encargara de terminar con el misterio y las mil teorías al abrir el equipaje.
“Ay, diosito…”, masculló el cordobés, nervioso, mientras el conductor adelantaba lo que se les venía en esta nueva etapa del juego: “Esto va a cambiar el juego, ¡cambia todo! Se viene, país… ¡Leélo, Maxi!”. Entonces, el ganador del auto 0 kilómetro afinó la voz y leyó lo que se comunicaba en el sobre plateado.
“A partir de este momento, queda habilitada la nominación fulminante”, dijo el novio de Juliana, mientras sus compañeros estallaban en aplausos. “Cada jugador podrá hacer uso de la nominación fulminante una sola vez durante su estadía en la casa”, explicó del Moro.
Y siguió: “Esta nominación envía a placa de manera directa a la persona elegida por quien la efectúa. Al igual que sucede con la espontánea, el líder de la semana mantiene la inmunidad. Queda habilitada a partir de este momento”.
“Haganse cargo de lo que les acabamos de dar”, cerró Santi, al despedirse de los chicos que durante días habían especulado todo tipo de versiones. “¡Tanto lío! Con todo lo que nos inventamos, era la fulminante, nada más…”, dijo Romi.
"Esto puede ser una herramienta para los participantes que se sienten débiles en la casa", agregó Del Moro, en el estudio. Habrá qué ver qué uso le dan a esta nueva carta que se suma a esta competencia en la que día a día todo se vuelve más picante e intenso.
