Es probable que Marcos hubiera preferido estar nominado, o sancionado, o que le cayeran encima las siete plagas de Egipto antes de que Julieta hablara de su novio y, de alguna manera, lo mandara a esa indeseada y horrorosa zona de la "friendzone" donde ningún hombre ni ninguna mujer quieren caer cuando les gusta una persona. Sucedió anoche y fue uno de los "momentos clave" de la gala de nominación que rozó los 24 puntos de rating.
Marcos, el salteño bonachón y conservador, y Julieta, la reina del tik tok, los maquillajes y los looks, son considerados "en el afuera" dos de los participantes "más lindos" de Gran Hermano 2022. Apenas cruzaron la puerta de entrada "pegaron onda" y empezaron un juego de coqueteo que se fue extendiendo a lo largo de los días y contó con un aliado de fierro: la edición que hizo que segundos de miradas o jueguitos parecieran eternos.
Pero claro. El "histeriqueo" se hizo tan largo y sin definición que algunos empezaron a pedirle a los dos, pero sobre todo a él, que "activaran" y "fueran al frente". La gente tenía un motivo extra para desear que concretaran: vengarse del novio de ella, declarado "anti Messi", algo que se consdiera inaceptable en el cruel mundo de las redes sociales. Pero eso no sucedió y, al menos por lo que se vio en las últimas horas, tampoco va a pasar por lo menos en los próximos días. Igual, con los sentimientos nunca se sabe.
Julieta fue a la gala de nominación con una foto. "¿Quién es la persona que está con vos en la imagen?" le preguntó Santiago del Moro, el maestro de ceremonias que desde el comienzo del programa viene lidiando con el fantasma de Jorge Rial, su antecesor en "el cargo". Julieta le contestó "mi novio". Se hizo un silencio un tanto incómodo. "¿Lo extrañás?" le preguntó el conductor. "Sí... ¡Mucho!" respondió ella. Una puñalada para miles y miles de personas.
Pero Del Moro fue por más. Quiso saber el nombre del compañero de Julieta y ella le dijo "Luca.... mi bebé" y le tiró un beso al aire. Hace unos días, en una charla íntima que mantuvo con Coti, la tiktokera le confesó que nunca había llegado al orgasmo mientras mantenía relaciones con su chico, otro elemento que alimentó las fantasías de la multitud que quiere verla con Marcos.
La que también jugó fue la cámara. Y el director del programa, por supuesto. Ni lerdos ni perezosos, fueron directo a la cara de Marcos mientras Julieta contaba semejante cosa. Y qué decir: el pibe se quería morir. Apretó los labios, tragó saliva y se mordió la lengua para no decir lo que le hubiera salido de adentro. Eso sí: no se sacó la mano de la cara. Tenía ganas de llorar, de putear, de maldecir, pero se la bancó como un señorito. Igual, la cara de cu....bito de hielo no se la sacaba ni un boleto gratis a la final del realitie. Y sí, nadie quiere ser amigo de la persona que le gusta.