La preocupación se esparce por el aire y adopta mayor volumen y fuerza en el camino. La angustia rodea a la figura de Wanda Nara, con este sorpresivo panorama de una anomalía en su estado de salud, que paralizó al universo del espectáculo en las últimas horas.
La famosa se acercó al sanatorio Los Arcos, en la noche del miércoles, desde ese punto se articularon una serie de situaciones adversas, porque le recomendaron permanecer en el nosocomio y someterse a diversos procedimientos para descular que la aquejaba, por ese cuadro de dolor extremo de estómago.
A raíz de la filtración del dato, los medios agudizaron las investigaciones y se acumulan más detalles respecto al mal que padecería Wanda, hasta con la posibilidad que esa sintomatología de glóbulos blancos altos y bazo dilatado signifique una leucemia.
En el tratamiento de la noticia en TN, Guillermo Lobo, especialista en este tipo de materias, describió los estudios complementarios que le realizaron a Nara, con una lista amplia y extensa, que grafica la seriedad con la que el equipo médico busca acertar en el diagnóstico.
QUÉ ESTUDIOS LE HICIERON A WANDA
El periodista contó: “Hay una batería de estudios que ya se hizo: la evaluación clínica, es decir la entrevista con preguntas a la paciente; luego el laboratorio -hemograma como mínimo-; punción y aspiración de médula ósea con evaluación de glóbulos blancos para analizar recuento, forma y fórmulas y ver si hay células neoplásicas, es decir, células que no tienen que estar en ese lugar”.
Evidentemente, en esas más de veinticuatro horas en el sanatorio, Wanda se prestó a una gigantesca variedad de análisis, dado que Lobo añadió: “Además se solicitan estudios de imágenes con resonancia o tomografía para estadificar en caso de que la punción haya arrojado blastos”.
