Inconmensurable talento, un artista mayúsculo que engalanó la música argentina durante añares con su don innato de belleza, destreza y maestría. Martín Carrizo marcó una época, un verdadero héroe del rock nacional, que regó con un legado imborrable a generaciones y generaciones.
El legendario baterista apagó su luz el martes 11 de enero, tras batallar durante seis años contra un enemigo horrendo, esclerosis lateral amiotrófica. Esa maldita enfermedad abrió las puertas al dolor gigantesco de miles y miles de fanáticos de su música.
Su hermana Caramelito Carrizo atravesó todo este tiempo con un cúmulo de sensaciones y este lunes regresó a su trabajo en A la tarde. Con una entereza maravillosa, la panelista se animó a relatar los últimos momentos con el baterista y las enseñanzas que le regaló su amado hermano.
En una alocución extensa, en la que recorrió diferentes aristas, Cecilia describió una actitud impresionante de Martín: "Me pregunté por qué fuimos a Estados Unidos, por qué atravesó tanto sacrificio. Él soñaba con volver a la Argentina y contar que funcionaba, luchar para que se pudiera hacer acá... Cuando las cosas suceden... Martín ya partió”.
Con las lágrimas a flor de piel, Caramelito reflexionó y compartió un aprendizaje muy profundo, complejo y sostuvo: “Martín ya está en paz. Martín me dejó un legado inconmensurable. Me enseñó a vivir, me enseñó a morir. Lo vi a él. Él me regaló la última mirada y yo le regalé la mía".
Conmovida, pero a la vez fuerte para transmitir al mundo lo que experimentó, Carrizo narró el desenlace, esos últimos minutos de Martín en este plano: "Eran las cuatro de la mañana. Estaba en la guardia con él. Cuando él dejaba de respirar. Me cerraron la puerta. Me fui caminando por ese sanatorio vacío y miraba, ‘andate. Agarrá tu bici y andate’, le decía".