La salud de Silvina Luna, internada en el Hospital Italiano desde hace días a raíz de una falla multiorgánica, puso en alerta a la Argentina y generó todo tipo de reacciones. Y entre cadenas de oración y campañas para convocar donantes de sangre, Conni Ansaldi se expresó a su manera: al desnudo
¿Qué hizo Ansaldi? Se sacó la ropa y publicó dos fotos en sus redes para acompañar una reflexión sobre la tiranía que la sociedad ejerce sobre los cuerpos de las mujeres. Esa exigencia que llevó a Silvina, años atrás, a hacerse un retoque en la cola y terminar con una mala praxis en manos de Aníbal Lotocki.
“Hoy quiero que te abraces como me estoy abrazando yo”, propuso Connie a su comunidad de seguidoras, triste por la horrible situación que atraviesa la modelo, que sigue internada en estado delicado, con la salud muy deteriorada y a la espera de un trasplante de riñón.
“Por todas las veces que nos cambiamos de ropa pensando que todo nos quedaba mal. Por los días en que evitamos los espejos sintiéndonos feas. Por las noches en que preferimos quedarnos en casa creyendo que no íbamos a gustarle a nadie. Por odiar nuestro cuerpo y desear tener otro”, siguió.
EL SENTIDO MENSAJE DE CONNIE ANSALDI ACERCA DE LA TIRANÍA SOBRE LOS CUERPOS
“Por los incesantes ´gorda gorda gorda´. Por decir en voz alta que no nos gusta nuestro pelo, nuestras piernas, nuestra panza, nuestros brazos, nuestra cara. Por las veces que preferimos pasar hambre antes que disfrutar una comida. Por preferir no ir a la pileta para no ponernos el traje de baño”.
“Por desear ponernos tetas para después sacárnoslas mientras limamos el hueso de nuestra nariz. Por observar con pánico como el tiempo avanza y ya no somos tan jóvenes. Por todas las veces que no nos sentimos lo suficiente para uno ni para los demás”, avanzó su texto.
“Abrázate para decirte que sí: lo sos. Y que no hace falta que hagas absolutamente nada para ser más hermosa de lo que sos ahora en este instante, que estás acá, viva. Abrázate ahora. Deja lo que estás haciendo y abrazate fuerte”, continuó Connie.
Y cerró: “Te estoy abrazando también yo, mientras me abrazo a mi misma. Mándaselo a quien creas que necesita un abrazo”.