Nadie es profeta en su tierra, es una frase de antaño que pasa el tiempo y nunca pierde vigencia. Coral María Campopiano apostó en el país y cuando su carrera pareció vararse fueron los caminos internacionales los que le permitieron destacarse en la música. Y ahora está de regreso por la revancha en la tierra que la vio nacer.
Mamá de dos hijos y súper enamorada de Gustavo Posse, apuesta a todo por el todo. “En casa siempre había instrumentos y mi mamá decía desde que yo era muy chica que tenía muy linda voz. En el colegio o en reuniones familiares, cada vez que había posibilidad de cantar o actuar, me elegían, mientras estudiaba música, composición y guitarra. Y ya a los doce años cantaba con todas las bandas que pudiera de mi barrio. Así fue que, una vuelta, tocaba una banda amiga, me invitaron a subir al escenario en un lugar bastante grande y lleno, la gente se volvió loca, reaccionó súper bien y justo había un productor de una discográfica que me citó para esa semana ir a la compañía, sin saber muy bien dónde estaba yendo. Y ese terminó siendo mi primer contrato internacional con Sony BMG. Firmé para hacer varios discos de mi autoría”, recordó.
–¿Qué encontraste en la música?
–Encuentro mucho placer en todo lo que tiene que ver con el arte. Y me sigue apasionando porque tuve muy buenos resultados. Siempre tuve una mejor recepción de la gente que me escuchaba cantar y tocar, es algo que no se agota al ver que la gente disfruta de lo que uno hace. El recorrido internacional tiene que ver con mi llegada a Estados Unidos, con las grandes figuras con las que compartí y que mi mánager era el de Mariah Carey. Hice shows constantemente en lugares muy prestigiosos de Nueva York en los que me han visto Angelina Jolie y Michael Jackson, y compartí escenario con grandes referentes.
–¿Cómo es tu vida lejos de la artista?
–Me encanta andar en bicicleta, jugar al tenis, comer rico, no tanto cocinar. Me gusta el cine. Me fascina viajar e ir a escuchar música y ver teatro a los lugares a los que voy. Y soy mamá de dos nenes preciosos.
–¿El noviazgo con Gustavo Posse cómo arrancó?
–Nos conocimos en un gimnasio. Yo no estaba al tanto de su carrera política, pero me sonaba su cara. Nos hicimos amigos, confidentes, nos contábamos muchas cosas, hablábamos a diario. Una vez que me enteré lo de la política estaba dudosa, no me gustaba relacionarme con eso, pero me vinculaba con Gustavo desde lo humano, y así fue durante mucho tiempo. Hoy somos pareja, nos queremos mucho, nos llevamos muy bien. A los dos nos gusta mucho el derecho, yo me estoy por recibir de abogada, los dos tenemos también en común que somos padres, amamos lo que hacemos y sabemos de la inestabilidad de nuestras profesiones.
–¿Harías política con él?
–Siempre me gustó hacer cosas por la gente que lo necesita, ya sea a través de un show, y hoy comunicándole a mi pareja cosas que me entero o que veo que pueden ser mejores. El me dice cuando quiere que lo acompañe a eventos, y si puedo voy, porque él lo hace conmigo cada vez que puede. Los proyectos en común pasan por seguir construyendo esta relación, que va muy bien.