El pasado miércoles 2 de noviembre se conocieron los próximos nominados, por los que los ánimos en la casa disminuyeron, aunque la que se llevó la peor parte fue Coti, a quien le gritaron cosas de afuera y terminó llorando. Principalmente fueron acusaciones por votar a Mora y Lucila.
Luego del escándalo que se generó por la votación espontánea y demás, la correntina sumó un nuevo problema, pero escapó del mismo como una gran estratega, ya que convenció a sus compañeras de que no fue así. Claramente fue todo mentira, porque Gran Hermano todo lo ve y sabe para quien fueron los infames votos.
"¿Querían jugadoras? ¿Querían estrategias? Ahora van a ver algo, que no sé si vio tan rápido en la historia de Gran Hermano, porque a Coti anoche le sacaron la careta de afuera y eso genera malos entendidos en la casa. Van a ver a Coti actuando, creo que Andrea del Boca se va a quedar corta", introdujo Santiago del Moro.
"Yo no me siento traicionada por Agustín (porque en ese momento creían que él hizo la espontánea), me sentiría así si alguna de mis amigas lo hiciera", comentó Mora. Y agregó sobre los gritos de afuera de la casa: "Dijeron Coti votó a Mora, después Coti espontánea a Mora y la Tora".
Luego, las mujeres se reunieron en la habitación y le pidieron explicaciones a Coti: "Qué puedo hacer yo con gente como esa, no podés creerle, el otro día dijeron Mora careta. Esto no puede ser así, no me pueden hacer que me hagan esto". Como es su costumbre, se largó a llorar para más tarde ser consolada por todos.
"Vos sabés que hay alguien que todo lo ve, no quiero que me mientas, no nos vamos a enojar. De creyente que somos, lo voy a decir y te lo vengo a decir porque es un juego, eso está bien", preguntó Lucila muy enojada, mientras las demás intentaban calmar a la Tora.
Caradura es poco decirle a Coti, sus compañeras le dieron la oportunidad para que dijera la verdad, pero claramente no lo hizo y todas terminaron creyéndole, cuando claramente en el archivo se la escucha votando a Mora en primera instancia y a Lucila en segunda.
