De la estrategia a las lágrimas. De las movidas de ajedrez disruptivas a un llanto desconsolado. Se le derrumba el castillo de naipes a Coti, que sufre las consecuencias de sus nominaciones espontáneas y su incumplimiento al pacto con las mujeres de Gran Hermano.
La correntina empujó a Daniela a la eliminación, en cierto punto, así como también a La Tora en su momento. Todas ejecuciones que no tenían consecuencia en la casa por el secreto, pero al regresar la morocha y la rubia quedó al descubierto, totalmente al desundo.
Por eso, en el instante en que la de Moreno y la de Berazategui se reinsertaron en la competencia, por voto del público, Coti no pudo aguantar sus emociones y cayó en una profunda crisis, que se caracterizó por la fobia a compartir el mismo espacio y por un mar de lágrimas.
Encerrada en la habitación, con un rollo de papel higiénico para secar sus pupilas y con la única compañía de su novio Conejo, la correntina dejó en claro que transita por el peor momento de su participación en el reality, al borde del precipicio.
Coti le contó a su pareja lo que latía en su interior, esa angustia galopante y desesperante, ese sentir doloroso que ella misma causó y exteriorizó: "No quiero salir de la pieza. Ni siquiera quiero ir a comer. ¿De dónde saco fuerzas para aguantar lo que se viene ahora?".
Y frente al cambio de dormitorio que ejecutará Maxi, que abandonará el ambiente de las mujeres tras la expulsión de su novia Juliana, la blonda también lloró: "Si se va de la pieza me quedo con gente que me odia completamente". ¿Aguantará el frente de las enemigas que ella misma construyó?