Nacho, chocho de la vida. Romina y Julieta hasta lloraron de felicidad. Marcos, feliz como pocas veces se lo vio. Alfa y Thiago, serenamente contentos. El Cone, sonriente y mesurado. Los nuevos también se sumaron a la fiesta. La única que lamentó los regresos de Daniela, Agustín y La Tora a Gran Hermano fue Coti, la mala más mala de la Casa.
La correntina intentó disimular su desagrado y su descontento, pero el esfuerzo fue vano y enseguida se le notó la cara de.... de pocos amigos. No es para menos: los que entran saben "los tejes y manejes" que hizo adentro de la Casa y ya se ve en la próxima placa. Lo que no sabe, ni ella ni nadie, es cómo reaccionará la gente y contra quien tendrá que pelear su continuidad en el Juego.
Sin embargo, hay dos factores que pueden evitar esa circunstancia: ganar la prueba de líder, lo que le brindaría inmunidad y la posibilidad de evitar directamente la nominación, o que se imponga alguien que pueda salvarla. Ahora bien, con la "cantidad de enemigos" que se ganó en las últimas semanas con sus juegos agresivos y "fulminantes", ¿Quién se la jugaría por ella? ¿El Cone? Podría ser, pero hasta ahí nomás también, porque su relación va y viene todo el tiempo.
Pero eso es arriesgar mucho a futuro. La realidad, el hoy, es este: el reingreso de Daniela, que para colmo ya no es "Pestañela" sino "Venganiela", tuvo sabor a puñalada por la espalda. Bueno, la misma que ella les pegó a Dani y a Julieta cuando les clavó la espontánea y las mandó a nominación después de jurar que no nominaría a una mujer. esa traición, se supone, le puede costar caro.
Por eso su "eterna sonrisa" se le borró del rostro apenas vio que empezaban a entrar "viejas y viejos conocidos", porque las entradas de Agustín y La Tora también colmaron su paciencia y minaron un poco más su estado anímico. Cada regreso fue un bajón espiritual y Coti terminó la noche hundida en la angustia, la tristeza y la preocupación. Algo de eso le dijo al Cone, uno de los pocos cercanos que le quedan adentro.
Pero ella sigue diciendo que no se arrepiente de su juego y que para eso entró a Gran Hermano, para hacer de las suyas. Así que por ahora piensa seguir en la misma postura, le toque lo que le toque enfrentar y venga lo que venga de ahora en más. Si le toca irse, lo hará sin dar un paso atrás, pero ya sin la posibilidad de volver gracias a un repechaje. O por lo menos es lo que se dice ahora, porque con GH nunca se sabe. Hasta las últimas consecuencias así, genia y figura. "Morir en la suya" en su máxima expresión.