La vida de Cris Morena tuvo un cambio radical a partir de la muerte de su hija Romina Yan, el 28 de septiembre de 2010. A pesar del dolor insoportable y de ese duelo interminable, la luz interna de la productora siempre se mantuvo prendida.
Saliendo adelante como pudo, por su familia y el trabajo que tantas veces la ayudó, hoy Cris recuerda a Romina desde un costado angelical. Habitualmente suele ir a visitarla al cementerio, el Camino a la Eternidad.
Allí descansan sus restos y desde ese lugar logró, ir superando ese dolor que sentía y trasformarlo en algo maravilloso. Mediante una conexión espiritual única, la productora contó cómo se comunica hablando con ella y las señales contundentes que recibió.
“Está en un lugar que se llama Camino a la Eternidad, hay un árbol gigantesco donde está ella. No estaba muy animada. Entonces estaba limpiando su nombre, Romina, y yo le decía ‘amor, no sé por qué estoy sin ánimo’”, confesó la esposa de Gustavo Yankelevich en Caras TV.
CRIS MORENA HABLÓ A FONDO DE LA MUERTE DE ROMINA YAN
Esa situación que parecía ser triste para Morena, que no atravesaba ese día por un buen momento, se transformó en algo totalmente diferente. La influencia de Romina en su vida le hizo abrir los ojos como nunca, marcando un antes y después.
“De golpe, mientras limpiaba, las letras de ‘Romina’, yendo para atrás, quieren decir ánimo. Hay señales todo el tiempo, pero las tenés que ver. Seguramente tuve siempre señales, pero no las veía, no estaba lista, ahora sí. Hay que estar abierto a todo lo que el universo nos propone”, le confió Cris a Héctor Maugeri.
Desde ese momento hasta ahora, su cabeza hizo un click respecto a esas señales que se presentan, o todas aquellas que se le presentaron desde el 2010 hasta la fecha y que ella por alguna u otra razón no notó en su vida.
