Sorprendente. Estridente. La separación resonante de Shakira y Gerard Piqué continúa sacudiendo los cimientos, por el desenlace espurio que se vincula con los comportamientos de infidelidad del futbolista y por la velocidad con la que brotó a la luz la ruptura.
Tras ese shock inicial que causó la noticia del final de la pareja de más de doce años, ahora el foco se direccionó en las múltiples negociaciones que afrontan los famosos, ya sea para la división de bienes, como para definir el futuro de los hijos: Sasha (9) y Milan (7).
En ese sentido, la información fluye a borbotones, desde múltiples sectores, ya sea de los medios españoles, el círculo íntimo de los dos y las familias involucradas. Se especula con que se reunieron de manera silenciosa, lejos de las cámaras y que no lograron un acuerdo primario.
A partir de esa dificultad de encontrar consensos sobre la custodia de los dos pequeños, en las últimas horas se filtró una descripción muy filosa, que refiere a un método picante que estaría dispuesta a activar Shakira, como una especie de as bajo la manga.
La colombiana no cederá en su anhelo de instalarse en Miami con sus hijos, buscarle una escuela en esas tierras. A partir de esa convicción, una fuente reveló la fortísima maniobra que llevará a cabo: "Estaría dispuesta a utilizar los informes que encargó de Gerard. Ella no era ajena a la afición de su pareja por el coqueteo, pero desde luego nunca pensó que él le hubiera sido infiel desde prácticamente el año en el que se conocieron”.
Todo indicaría que la pulsión de Piqué por conquistar mujeres, y cometer infidelidades, no se remite al último tiempo, sino que se remonta al inicio mismo de su lazo amoroso con Shakira. “Lo hacía ante los ojos de otras y otros. Eso sí, casi siempre en sitios privados, para que no se pudiera publicar ni una foto”, explicaron.