Se le ilumina la mirada, un brillo brota de las pupilas al acompañar el crecimiento de su gurrumino. Luis Ventura se desvive por Antoñito, su hijo más pequeño que transita por los ocho años y que ha atravesado algunas dificultades de salud por su nacimiento prematuro.
A pesar del trajinar intensivo de su carrera profesional, que lo sume en un sinfín de roles en América, el periodista no aminora jamás el acompañamiento de su niño, el que nació en 2014 como fruto del romance con la ex vedette Fabiana Liuzzi.
Este fin de semana, durante la emisión de Secretos verdaderos, ciclo que conduce hace años, Luis soltó un dato revelador de una medicina alternativa que ha probado para con Antoñito, en pos de hallar un tratamiento para paliar algunas secuelas de esa llegada con seis meses a este mundo.
En el devenir de informar el destino de la mansión La Tertulia de Susana Giménez en Uruguay, Ventura recordó un episodio que vivenció en ese país vecino. “¿Saben lo qué hay ahí ahora? Algo ahora permitido y usado por el mercado farmacológico de Uruguay, el tema del cannabis”, adelantó.
Hasta que explicó con profundidad: “Y a propósito de mi hijo Antoñio, yo en algún momento, por indicación médica fui a comprar unas gotas de cannabis en las farmacias uruguayas ¡Y te las venden! Porque está autorizado para determinado tipo de diagnósticos”.
El pequeñín presenta una realidad controlada, con un bienestar general, aunque el año pasado pasó por una internación de urgencia. En ese momento, Liuzzi argumentó: “Tuvo descargas epilépticas, secuela de haber nacido prematuro. No son evolutivas, pero hasta que le encuentran la medicación adecuada, a veces, es difícil, y esto le genera molestias que alteran su conducta y esto lo perturba”.
