En la cuenta regresiva y a la espera de la llegada de su segundo hijo, pero el primero con su marido Sebastián Gravitto, Juana Repetto parecería estar atravesando unos días un tanto movilizantes a nivel personal que la llevaron a publicar un reflexivo mensaje en las redes donde se cuestiona su rol de madre.
Enamorada de Toribio, y a la espera de Belisalio, el bebé de 7 meses que lleva en su vientre, Juana Repetto conmovió a sus seguidores al postear en instagram, “lo amo tanto. A veces siento que le doy tan poco al lado de todo lo que me dio y me da cada día desde que existe en mi vida...".
Y junto a una seguidilla de divertidas y tiernas fotos de su hijo, la actriz manifestó: “a veces le tengo poca paciencia, a veces lo trato mal, muchas veces me equivoco, muchas veces le digo cosas que no debería y que no son ciertas, muchas veces le pido o pretendo cosas de él que quizá no están a su alcance y me frustro y enojo”.
“Le doy poco al lado de todo lo que me da. Le tengo poca paciencia, lo trato mal, le digo cosas que no debería y que no son ciertas".
Vaya a saber qué fue lo que la impulsó a Juana a realizar ese descargo en instagram donde siguió con su autocrítica, “siempre trato de corregir mis errores a tiempo, de hacerle saber que yo también me equivoco, que no es la forma, que me arrepiento, le pido disculpas, le explico que estoy aprendiendo a ser mamá con el".
Y en ese mensaje conmovedor continuó escribiendo, “pero siempre le hago saber cuánto lo amo, a pesar de pifiar, y a pesar de todo, que lo voy a amar siempre. Que mi deseo más grande es que sea el niño más feliz del universo. Trato de demostrarle con hechos, todos los días, que lo que más deseo con el alma es que sea feliz y se sienta amado”.
Feliz con el niño que le enseña a diario a ser madre, seguramente hay algo que movilizó internamente a la actriz para llevar a cuestionarse tanto y castigarse en su rol como mamá cuando a diario se la ve dedicada y abocada al pequeño. “Hay días, como hoy, que me invade la culpa”, argumentó su descargo.
Y agregó: “siento que nada de eso alcanza si después la cago perdiendo la paciencia y todo lo que le decía antes. Pero luego la vida nos regala un nuevo día, en el que lo veo siendo un niño feliz, alegre, activo, amoroso, conectado, demostrativo, que puede poner sus emociones en palabras, que me demuestra otra vez su amor incondicional”.
Seguramente, la pandemia, el aislamiento y el encierro tengan que ver con ese desborde de paciencia de ella y que a muchos les ha sucedido en esta cuarentena como padres. “Me doy la oportunidad de seguir mejorando. Siento que de todos mis errores algo le quedará de aprendizaje para él, cuando se enfrente con el mundo que no siempre es de lo más amable", concluyó Juana.
