Brilla delante de cámara, no solo por sus talentos culinarios, esos que lo catapultaron a la cima de los chefs más célebres del país, sino por sus cualidades para desenvolverse en el estudio. Damián Betular se convirtió en una figura pública, en todo un personaje.
A raíz de la visibilidad que le aportó MasterChef, el cocinero elevó su popularidad a límites inimaginables. A tal punto que cada aparición en la pantalla suele transformarse en contenido viral en las redes sociales y ahora llamó mucho la atención por el dilema del reemplazante de Santiago del Moro en el reality de Telefe.
El jurado más querido visitó el piso de LAM para transitar por diversos tópicos, como la teoría peculiar que infiere a que Wanda Nara ocupará el jerárquico rol de animadora del programa de cocina más exitoso de la televisión argentina, en su versión con personas desconocidas.
En esa entrevista, Betular sorprendió con una revelación impensada, que se vincula con su capacidad de expresividad, con ese puente que construyó con los televidentes, a partir de su gestualidad, con esas caras que decían de todo sin emitir sonido.
Todo se originó en la consulta de Ángel de Brito sobre si alguna vez le propusieron conducir un programa, ante lo cual advirtió: “Me parece algo muy difícil, ahora me tocó esto de San Juan y es presentar notas y hablo con la terminología gastronómica. Ahora me siento cómodo en cámara”.
Y eso activó la impresionante confesión, porque Damián explicó que lo convocaron para hacer temporada de verano: “Me ofrecieron hacer teatro el verano pasado, en Carlos Paz”. Rápido de reflejos, Ángel intuyó que se trataba de Peter Alfonso, por lo cual Betular reconoció: “Sí, la usó a Paula (Chaves) como intermediaria”.