La segunda temporada de MasterChef Celebrity llegó cargada de historias, emociones, nerviosismo y diversos personajes del mundo del espectáculo, de la música y del deporte, que le brindaron un sabor extra al reality de Telefé que ya había conseguido un éxito rotundo en la primera edición.
Una de las figuras que más se destacó por sus anécdotas, su ganas y su elaboración en los platos fue Daniela Viaggiamari, más conocida como La Chepi, la influencer que ya había cautivado a casi tres millones de seguidores en Instagram que la acompañaron desde el día uno y le dan todo su apoyo mediante las redes sociales.
No obstante, La Chepi tuvo que enfrentarse a nuevos retos y no solo culinarios, sino también poder soportar las críticas de los haters y tolerar algunos insultos en privado de diversas personas que deciden atacarla mediante las plataformas digitales.
“Los primeros días en MasterChef dije: 'Me quiero ir. No quiero estar más acá. No es para mí. No tengo por qué soportar una agresión'", comenzó explicando la infuencer en una charla con Clarín, aclarando que los repudiables comentarios no eran solo para ella, sino también para su pequeña hija Isabella de seis años.
Además, explicó que al principio, al escuchar la oferta por parte de la producción, decidió negarse a participar porque “no quería ir a un programa de cocina”, porque ella no cocina y no le gusta hacerlo: “Dije '¿Estar en un programa cuando ni siquiera me divierte? Voy a hacer papelones'. Cuando me llamaron dije que no varias veces. Después pensé que quizás me servía y terminé diciendo que sí".
No obstante, Daniela también entendió que a pesar tener “una comunidad de seguidores en Instagram y Facebook”, aquellos no eran el total del público que iba a ver el programa, e iba a existir gente que la criticara duramente: “Después está el resto del país que no me conoce, que no usa Instagram, no le interesa lo que hago... el que me ve en el programa y ve que yo me quiero levantar a los jueces no entiende nada. Mi gente se caga de risa porque sabe que yo hablo así, jodo así, es mi personalidad y no una falta de respeto”.
Pero ahondando aún más en sus sentimientos y explicando que una de las mayores críticas que recibe -y que más le molesta- es “hacerse la de barrio”, porque ante cada plato recuerda a su Boulogne natal, La Chepi apuntó: “¿Por qué tienen que decir 'se hace la de barrio'? Todos son barrios. Yo nací en Boulogne, me crié en Boulogne, mis mejores días fueron ahí cuando se podía jugar a manguerearse en la vereda".
Y recordando aquellos dorados días de inocencia, juventud y diversión, la influencer no pudo evitar mencionar a su padre, quien sufrió un ACV cuando ella estaba embarazada y aún continúa internado: “No hace falta cruzarme con nadie del barrio para sentirme orgullosa o tener recuerdos. Cuando paso por el almacén me acuerdo de cuando entré y me robé señaladores. Cuando volví a casa, mi papá me dice: '¿Qué es esto?', Y le dije: 'sh, no digas nada, la señora no se dio cuenta'. Me llevó hasta el almacén y me dijo: 'devolvelos'. Y yo instantáneamente me desmayé”.
"Cuando era chica le preparaba a mi papá una salsa con morrones que, en el programa, deleitó a los jueces. A mi viejo le encantaba cocinar, pero hacía pollo al horno con papas y en la salsa, al morrón lo pisaba con el pisapapas porque no teníamos minipimer”
Automáticamente, al mencionar a su papá, a la participante de MasterChef se le llenaron los ojos de lágrimas, y explicó por qué en cada gala sus recuerdos gastronómicos están ligados de la mano de él: "Cuando era chica le preparaba una salsa con morrones que, en el programa, deleitó a los jueces. A mi viejo le encantaba cocinar, pero hacía pollo al horno con papas y en la salsa, al morrón lo pisaba con el pisapapas porque no teníamos minipimer. No hacía platos exóticos”.
“Obviamente debe haber familias que sí los hacen, pero con un status diferente, no sólo económico sino con otro conocimiento del mundo. Nosotros fuimos dos veces de vacaciones a Villa Gesell y Mar del Plata, no somos viajeros ni tampoco teníamos guita para ir a restaurantes”, concluyó emocionada.
Asimismo, La Chepi pensó en cómo sería si su papá entendiera que ella está participando en el reality más visto del país, y orgullosa, se imaginó la situación: "Vería el programa sin dudas. Era un tipo que quería demostrar todo el tiempo que era fuerte, que nada lo hacía llorar. Me lo imagino parándose y diciendo: 'voy a ir a comprar puchos porque me parece que después va a cerrar el kiosko', y después viéndolo por el balcón llorando. Era un sentimental del carajo, pasa que estamos hablando de otra época en la que los hombres se suponía que no lloraban”.
