En una nota publicada en el portal infocatólica bajo el título “La naturalización de lo antinatural”, el monseñor Héctor Aguer manifestó su rechazo hacia la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) y criticó sin nombrarlos a Marcelo Tinelli y a Ángel de Brito. Ambos conductores realizaron fuertes descargos contra el religioso en sus redes sociales.
Enojado por el rol de los medios de comunicación, el arzobispo de La Plata hizo una referencia directa al programa de Ángel de Brito. "Se exponen a la curiosidad pública, con lujo de detalles y actualización permanente, los amoríos fugaces de gente de la farándula. Basta desplegar la sección Espectáculos de algunos diarios o conectarse con el demonio de la mañana que anda suelto en un canal de televisión", opinó.
TINELLI: "¿DE LOS CURAS PEDÓFILOS NO DIJO NADA? NO LLEGUÉ A LEER TODA LA NOTA PORQUE SUS PALABRAS ME HACEN RECORDAR A LA INQUISICIÓN".
Luego, se dirigió a Marcelo Tinelli y lo llamó “engendro”. "Otro de los principales responsables: el showman con probables posibilidades políticas, que también exhibe en el espectáculo la vida privada de sus bailarines, y promueve entre ellos superficiales emparejamientos; que semejante engendro tenga buen «rating» mide hasta qué nivel hemos caído", analizó.
El descargo de los conductores no tardó en llegar. “De los curas pedófilos no dijo nada??? No llegué a leer toda la nota porque sus palabras me hacen recordar a la inquisición”, escribió Marcelo en Twitter haciendo referencia a esa columna de opinión.
DE BRITO: "PODRÍAMOS VISITAR AL MONSEÑOR EL MES PRÓXIMO CON UNA NUEVA MARCHA DEL ORGULLO, Y TODAS LAS AGRUPACIONES FEMINISTAS. PAÑUELOS VERDES Y BANDERAS ARCOIRIS. ¿QUÉ DICEN?".
Por su parte, Ángel de Brito recurrió a la misma red social para proponer: “Podríamos visitar a Monseñor el mes próximo con un nueva marcha del orgullo, y todos las agrupaciones feministas. Pañuelos verdes y banderas arcoíris! ¿Qué dicen?”.
Verónica Lozano también se refirió al texto del religioso y agregó: “Señor, ocúpese de la pedofilia en la iglesia, eso sí hace daño y es un delito”. Una demostración clara de que la sociedad ya no acepta violentos discursos como el de Héctor Aguer.