Al final, los restaurantes se van pareciendo a lugares donde los que van a comer la pasan fenómeno -mientras el morfi sea rico y hasta que llega la cuenta- y los que laburan en "el detrás de escena" sufren las 7 plagas de Egipto.
Cada vez hay más testimonios de cocineros y ayudantes de cocina que sufrieron con sus jefes, en general chefs muy reconocidos. La "olla se destapó", nunca mejor dicho, cuando una chica que trabajó con Pablo Massey lo acusó de malos tratos y de conductas indecorosas. Después llegó el resto, unos atrás de otros.
Palabras más, palabras menos, todos señalaron lo mismo: que los "encargados" hacen valer mucho esa condición a gritos y amenazas. El machismo, dicen, también está presente 24por7. Hablando mal y pronto, un horror.
Por su labor en MasterChef Celebrity, donde juega el rol de jurado estricto y riguroso, Germán Martitegui estuvo al borde del maltrato con los participantes en un par de oportunidades. Sus formas de dirigirse a los competidores fue observada varias veces. Rodrigo Lussich es una especie de propalador permanente de sus agresiones.
Chantal Abad se está ganando un lugar importante en la tele. Simpática, talentosa, divertida, eficaz, descolló en Morfi al lado de Santiago Giorgini y ahora está a cargo de una cocina televisiva: la de Es por ahí, el programa que conduce Guillermo Andino y que produce, precisamente, Gerardo Rozín, el conductor del ciclo dominguero.
Invitada a Intrusos para hablar de su presente, promocionar su programa y tocar diversos temas, Chantal no eludió la pregunta sobre Martitegui, considerado uno de los mejores cocineros del país. Cuando Lussich le preguntó si la sorprendían las acusaciones de que era un maltratador, directamente dijo "no".
"Entiendo el rol, es un formato que pide un malo y que a un malo hay que jugarlo. Pero hay límites en el respeto y hostigamiento al otro. A mí no me gusta", agregó Chantal. "A veces las líneas se van corriendo. Hay cosas que no me parecen divertidas" especificó.