Distintos de ayer, pero casi igual. A 30 años de Videomatch, los humoristas del programa de Marcelo Tinelli volvieron a juntarse para grabar cámaras ocultas en el exterior para esta temporada de Showmatch. ¡Como en las viejas épocas! Así de divertidos, disparatados y como si el tiempo nunca hubiese pasado, Diego Pérez compartió unos días en Italia con José María Listorti, y de regreso comparten postales y anécdotas de este reencuentro. “Que me vuelvan a convocar en un programa que duró tantos años con sus formatos, con los mismos empleados, el equipo de siempre, y reencontrarme con un grupo de amigos con los que recorrimos el mundo e hicimos un éxito fue un volver a vivir maravilloso”, arranca el actor de Mi mujer se llama Mauricio.
Y continúa: “En 1993 trabajaba en un videoclub de mi barrio, en San Martín, cuando me convocaron para Videomatch. Un día, Julián Weich me avisa que un amigo de él, el Chato Prada, hacía un casting para unas cámaras ocultas. Lo hicimos y al Chato y Claudio Villarruel les encantó, y así estuve durante seis años en el programa con el Insoportable, con José María. Jamás imaginé que ese sketch nos iba a llevar por el mundo con José María. Fuimos a los Oscar, a Cannes, a Mónaco, al Mundial, Las Vegas. Jamás imaginé conocer personalidades como Maradona, Kevin Costner, Michael Jordan, Gwyneth Paltrow, entre otros… ¡Fue tremendo!".
"Nunca estuvo en las expectativas de un chico de San Martín. La experiencia Videomatch fue muy fuerte y, por eso, cuando me convocaron dije enseguida que sí. Soy un privilegiado. Con José María es mirarnos y entendernos. Pasó el tiempo y cada vez que nos encontramos es así, sin planearlo, lo que iba saliendo. Y José me conoce tanto que hacía las preguntas típicas. Me hacía el pase de gol, él era Riquelme y yo Palermo, y seguimos funcionado así. El me daba los pases para que haga gol, y siempre lo hizo magistralmente. Este viaje a Europa fue reencontrarme con el Gurca, con Sopapita y toda gente que conozco desde esos años, fue una experiencia extraordinaria, de mucha emoción. Volver a Italia y recorrer lugares por los que habíamos estado. El cambio de todos, porque Videomatch nos cambió la vida a todos. Eramos totalmente desconocidos y cada uno fue armando una carrera. Todos, gracias a Dios, tenemos trabajo y somos bien reconocidos, y para mí es un orgullo. Este viaje que hicimos fue de cuatro días y estuvimos grabando y recorriendo Italia. Paseamos por el Duomo de Milán, el estadio donde jugó Argentina con Camerún en el ´90. Fue un placer todo ese volver a vivir. Es como cuando te reencontrás con un grupo de egresados y contás anécdotas”, agregó.
–¿Combinaron trabajo con placer?
–Salimos a comer y teníamos en el hotel esas mesas gigantes de desayuno hasta las 11 de la mañana y un servicio incluido que cuando terminaba quedaba una heladera free las 24 horas con degustaciones de brusquetas, tortas y postres. Veníamos de recorrer a la tarde y a la hora de la merienda pasábamos por ahí. Ibamos a comer, volvíamos y el punto de reunión era ese primer piso donde nos quedábamos los cuatro hasta tarde charlando y tomando una cerveza. Aprovechamos para ir a comer buena pasta en Italia.
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–Y en lo personal, ¿cómo es treinta años después?
–Los años pasan, uno tiene más experiencia y la velocidad en el humor no se perdió. Con una familia, con dos hijos que cuando me ven con Tinelli me preguntan si lo conozco. Mis hijos tienen 15 y 12, por lo que no vivieron eso.
–¿Siguen en contacto el grupo de humoristas de esa generación?
–Tenemos un grupo con todos los compañeros de Videomatch y todos los días nos comunicamos, nos informamos cosas, es cotidiano. Es un grupo muy lindo con el que nos juntamos cada tanto. Solemos hacer una cena mensual.
Pérez y Listorti, junto al equipo completo de trabajo.
El trip fue a pura selfie.
Para ellos fue como un nuevo viaje de egresados.
