Diego Ramos viene de vivir un momento muy difícil hace un par de semanas. Si bien en su momento lo comunicó en sus redes sociales, este domingo cuando se presentó a la mesa de Juana Viale lo venía llevando bastante guardado hasta que la conductora le sacó el tema sobre el final del programa. Fueron minutos de absoluta emoción, que sacó a flote un costado muy sensible por parte del actor.
¿Qué pasó? Diego comunicó días atrás la triste partida de su perro Porthos, una de sus mascotas más queridas y quien más años estuvo acompañándolo. El dolor fue y sigue siendo tremendo porque todavía está haciendo todo ese proceso de duelo, por lo que no pudo contener las lágrimas al hablar de él este domingo.
“Quiero que me hables de Porthos”, lanzó Juana sobre el cierre de su programa y dirigiéndose hacia su invitado. La conductora ya se mostró muy movilizada desde el principio, empatizando con el dolor del actor y explicando por qué motivo fue: “Me pasó a mí en febrero, es terrible la pérdida”. Esto dio pie para que explique la situación ante el resto de los invitados (Julieta Zylberberg, Esteban Trebucq, Laurita Fernández y el Huevo Müller).
“Yo tenía cuatro perros enormes. El primero de esta camada fue Porthos. Los quiero a todos por igual, por supuesto. Con todos tengo una relación diferente. Hace una semana, me fui a acostar, llegué del teatro, estaba recontra bien, me desperté, porque yo siempre me despierto temprano para sacarlos. Y… él no se despertó”, comenzó relatando Diego mientras su voz se quebraba cada vez más y la mesa entró en absoluta conmoción.
EL LLANTO DE DIEGO RAMOS AL DESPEDIR A SU PERRO PORTHOS
“Inexplicable”, dijo Juana muy sorprendida, a lo que Ramos siguió: “Inexplicable total. No sé qué pudo haber pasado. Entiendo que gracias a Dios no sufrió. Pero era mi perro adorado. Lo busco, no lo encuentro. Sufro pensando que me necesita”. Los gestos de los demás invitados denotaban la angustia total que sentían en ese momento.
“Me consuelo sabiendo que quizás está en un lugar mejor. Fue el mejor compañero que tuve. Son perros grandes que generalmente no viven tanto. Tenía seis años… Me quedan sus hermanos de crianza…”, siguió Diego, que luego reveló que uno de sus otros perros extraña mucho a Porthos y que todas las noches se queda mirando hacia la puerta esperando a que vuelva. ¡Desgarrador!