Dolores Fonzi atraviesa un presente revolucionado, que se caracteriza por las emociones nuevas que laten en su interior por la experiencia de dirigir por primera vez una película, Blondi. A raíz de la temática principal, que refiere a la maternidad, la actriz reveló su método de crianza.
La famosa transita por unas semanas de intensa actividad, con todo lo que conllevó el estreno, y por eso recorre diferentes medios de comunicación con el objetivo de promocionar el film y conseguir que el público se acerque a disfrutar de su opera prima.
En ese raid, Dolores visitó el piso de Noche al Dente, el ciclo que conduce Fernando Dente en las noches de América. En ese ambiente, la actriz se metió de lleno en su historia personal en lo que circunda al modo de maternar, a sus hábitos.
Así, Fonzi sorprendió al admitir que se posiciona en otra vereda a la protagonista de la película, que se muestra más relajada en lo relacionado a la crianza: “Soy muy distinta al personaje de la película, pero aspiro a ser más Blondi cada vez que pueda”.
En ese análisis, Dolores agregó: “Ella es relajada, fue madre a los 15 años y se crió con el hijo prácticamente. Hay algo muy de complicidad con él, no caretea nada...es un vínculo diferente”. En una lectura de los rasgos del personaje central del film.
En definitiva, la pareja de Santiago Mitre abrió las puertas a su intimidad y explicó los motivos por los cuales se autodefine como una madre más tradicional o seria: “Cómo madre soy medio controladora, controlo agenda, qué comieron, el abrigo... es medio imposible no hacerlo porque con dos hijos más la agenda de cada uno, tenés que ser medio pulpo”.
Y también narró la sinergia que se formó con sus dos hijos, Libertad y Lázaro con su actual novio: “Él es re padrastro de los chicos. El más grande ya pasó a secundaria, la otra está en séptimo y como están más grandes todo se pone cada vez más divertido. Vamos al cine, a recitales y hacemos cosas que a ellos les encantan”.