Créase o no, Toti Ciliberto murió el mismo día que celebra su cumpleaños Marcelo Tinelli. La demoledora noticia del deceso de quien fuera uno de sus humoristas más importantes en la troupe que durante tantos y tantos años lo acompañó en Showmatch y en tantos otros emprendimientos empañó y le dio un marco de tristeza y angustia a lo que debería haber sido un día de fiesta y alegría para el conductor y los suyos.
Como la mayoría de los argentinos, Tinelli se "desayunó" con la ingrata y dolorosa novedad poco después de arrancar el día. Las notificaciones que llegan al celular lo agarraron, como a todos, desprevenido y con las defensas bajas. Mucho más en una jornada donde sólo esperaba recibir saludos, felicitaciones, fotos y en el mejor de los casos regalos y visitas.
Evidentemente, Tinelli fue un personaje absolutamente clave en la vida de Toti, quien era dos años menor que Marcelo. El muchacho de Bolivar está llegando hoy a los 65 años, mientras que Ciliberto tenía 63 al momento de producirse su fallecimiento. Cuando lo conoció, Marcelo tardó poco, apenas un puñado de minutos, en sumarlo a su grupo de colaboradores. Enseguida le vio chispa para interpretar diversos roles y le ofreció laburo.
Una cosa llevó a la otra y Toti se convirtió en uno de los participantes más activos, importantes y exitosos del elenco de comediantes que la rompieron con Tinelli y conocieron, a su lado, las luces más fulgurantes de un suceso arrollador y de dimensiones estratosféricas. Llegaron los grandes contratos, los viajes, las oportunidades inolvidables, los sketches de todo tipo, codearse con figuras de relieve internacional, la posibilidad de acceder a una vida mejor, mucho mejor, infinitamente mejor.
DOLOROSA COINCIDENCIA: TOTI CILIBERTO MURIO EL MISMO DIA QUE CUMPLE AÑOS MARCELO TINELLI
Todo eso duró años. Diez, quince, quizás alguno más también. Pero com dice la canción, todo tiene un final. Todo termina. Y cuando Marcelo decidió dedicarse pura y exclusivamente a los realities como el Bailando, el Cantando y el Patinando fue momento de buscar otros destinos y otros rumbos. Otras posibilidades. Se abrieron otras puertas pero, claro, las repercusiones -y sobre todo las pagas- ya fueron distintas.
Sin embargo, Toti se las rebuscó para estar siempre ahí, al pie del cañón, dando batalla y ganándose el puchero con el sudor de la frente. Hubo tele, hubo teatro, hubo presentaciones, se había hecho un nombre que le alcanzaba para sacarle algo de jugo. Hincha e Chacarita, el viejo y querido Funebrero, Toti confesó alguna vez su lucha contra las adicciones, su esfuerzo, su pelea, su valor permanente por salir adelante. Deja ese ejemplo, esa enseñanza, y también un legado artístico muy valioso y muy reconocido.
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