A pesar de que Érica Rivas continúa marcando su camino en el ámbito laboral y es reconocida con importantes premios por su labor, su paso por Casados con hijos dejó una huella en todos los espectadores que al verla en la calle o en otros proyectos la siguen llamando bajo el nombre de “María Elena”.
Es que su papel fue tan trascendental en la ficción argentina que se coronó como una de las más vistas a lo largo del país, que su decisión de no participar en la obra de teatro llamó rotundamente la atención y disparó una polémica dentro y fuera del escenario.
Con idas y vueltas, conflictos con la producción y problemas con el guión, la actriz fue desvinculada a principios de 2020, y fue reemplazada por otra mujer, aunque la obra se vio suspendida por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el rumor de las internas quedó latente, y ahora, en una entrevista con Página 12, Rivas contó toda su verdad.
“Yo siempre tuve fama de loca, de problemática. Porque tengo problemas para desnudarme en cámara, o porque no quiero quedarme callada”, comenzó explicando la actriz, aclarando que la decisión de no formar parte del proyecto no fue propia, sino de los creadores.
Asimismo, le contó a la periodista Marta Dillon que ella estaba totalmente interesada en hacer teatro junto a sus ex compañeros, cortando así la idea que existía de que ella había dicho “no”: “Quiero que quede claro, yo no me fui, yo quería hacer ese proyecto, a mí me echaron. Me sacaron de las fotos de promoción, de la marquesina del teatro que ya estaba lista. Y lo hicieron por WhatsApp a la vez que hacían público un mail privado”.
Visiblemente molesta por la manera en la que se llevó adelante la información y la forma en que ella fue desvinculada, Érica apuntó contra el equipo masculino dentro de la idea, dejando claro que le atribuye la culpa a quienes fueron sus colegas y productores.
“Mirá lo que es el pacto de hombres, porque el mail se lo mandé a hombres, después de haber hablado con todos y cada uno. Y eso no fue dicho. No tenía ningún aliado”, apuntó contra los guionistas Axel Kuschevatzky y Diego Alarcón, sumando también a Guillermo Francella. Eso sí, dejó de lado a Claudio Ferrari, director de la serie de televisión.
Asimismo, Rivas habló sobre su personaje y posicionó a María Elena como una mujer feminista y que, al interpretarla, estaba todo el tiempo ideando cómo “tirar bombas en lugares incómodos” para que el mensaje llegue de una manera cautivante.
Pero aquellas palabras, chistes, peleas y conversaciones en la pantalla chica se vieron muy alejadas de lo que se planteó en el teatro, y fue allí cuando Érica mostró su descontento y pidió que se buscara “una asesoría” para debatir sobre el guión a tratar.
“A mí me decían: ´Vos no te preocupes por vos, María Elena va a estar bien'. Pero no era un problema para mí, era también ver el contexto de ese personaje"
“A mí me decían: ´Vos no te preocupes por vos, María Elena va a estar bien'. Pero no era un problema para mí, era también ver el contexto de ese personaje. Ese mail lo mandé después de que me llegaran unos mini guiones para hacer avances por radio”, aclaró.
Cabe destacar que tanto la sociedad como la manera de llevar adelante ciertas temáticas cambiaron con el paso del tiempo, y la actriz buscaba que ese avance se viera reflejado sobre la tarima. Por eso, después de ver que los “nuevos chistes” se referían al bigote de una mujer, Rivas mandó el famoso correo que se hizo público: “Era agresivo el mail, no digo que no, pero era privado”.
“La verdad es que no entiendo cómo a esta altura de la historia vamos a seguir riéndonos de eso. Ese no puede ser el remate del chiste porque ya no es gracioso. María Elena no se quedaría nunca callada si le hablan de los bigotes, habría que seguirlo un poco más”, argumentó dando su punto de vista sobre la idea de la obra.
Pero lejos de solo sentirse molesta por la manera en que estaba presentado el proyecto, la actriz explicó que su enojo se provocó tras ver que el mensaje privado había sido filtrado, y tras eso, llegó su despido: “Yo no me fui. ¡Me echaron! Intenté hasta último momento y me dijeron que no”.
Y dando aún más detalles de la charla que mantuvo con los productos, reveló qué le dijeron previo a desvincularla: “Que me quede tranquila que iba a ir un montón de gente que quería ver el mismo Casados con hijos. Pero justamente, es una oportunidad y una responsabilidad para mí no cristalizar las cosas como si no hubiera cambiado el mundo”.
Continuando con su dolor, Érica habló sobre los dichos de Francella y confesó los problemas que tuvo con sus compañeros de trabajo: “Yo quería estar, que esté mi personaje ahí, ver qué le pasaría ahora. Y me tuve que morfar que me digan feminazi, que estaba demasiado alterada. Y yo soy la loca, histérica, la diva… Me decían 'bueno, no te preocupes que nos ponemos el pañuelo'. Pero es mucho más que eso”.
"Me tuve que morfar que me digan feminazi, que estaba demasiado alterada. Y yo soy la loca, histérica, la diva… Me decían 'bueno, no te preocupes que nos ponemos el pañuelo'. Pero es mucho más que eso”
Además, explicó cómo reaccionó cuando escuchó que su colega la tildó de “feminazi”: “Lo que me salió fue decir: ´Mirá, estás equivocado. Yo te aconsejo que no lo digas nunca más. Esta palabra no la digas nunca más´”.
Y tras aquel cruce cara a cara, Rivas remarcó los motivos de su desvinculación: “Me echaron por ser feminista que para ellos era ser hinchapelotas. De hecho me decían, no seas pan amargo. Porque era la hinchapelotas que les marcaba cosas”.
Asimismo, la actriz se mostró dolida con la manera en que concluyeron las cosas y reveló su angustia por la situación: “Queda esa sensación de ´vos con lo hinchapelotas que sos, vas a poder sola´. ¿Y sabés que no? No pude. Yo también quería ocupar ese espacio de masividad, de representación”.
