Felipe Fort está por cumplir 20 años y, al igual que su hermana Marta, tiene una vida singular: como hijo de Ricardo Fort y heredero de un emporio chocolatero, al cumplir la mayoría de edad empezó a involucrarse en la empresa familiar y a trabajar con su tío, Eduardo Fort.
Y en las últimas horas, en medio del casamiento por civil de su hija Macarena, a Eduardo le tocó ventilar cómo ve al mellizo de Martita en su rol como empresario, un camino en el que está dando sus primeros pasos y durante el cual ya tiró varias ideas para golosinas que fueron rechazadas por el directorio.
“Mi tío, el padrino, un capo”, dijo Felipe en el móvil de Intrusos, dándole el pie al novio de Rocío Marengo a decir lo suyo. “Es un orgullo, pero además es una obligación cuidar a los hijos de mi hermano y es un privilegio que tengo poder hacerlo. Estoy contento con los sobrinos que tengo”, empezó Fort.
Y luego se puso más picante cuando el cronista preguntó directamente por cómo es en el trabajo. “Bien… Es mejor sobrino que empleado. Necesita un poco más de rodaje, de presencia… Necesita un poquito más… pero ya va a aprender. Todos fuimos chicos y todos siempre estuvimos esquivando el trabajo”, evaluó Edu.
LAS IDEAS DE FELIPE FORT QUE RECHAZARON EN SU EMPRESA FAMILIAR
Al escuchar a su tío, Felipe se justificó. “¿Decime si no doy buenas ideas? Vos las hacés, yo te las digo”, lanzó el joven, que cuando entró a la empresa propuso agrandar una de sus golosinas más famosas y lanzar una línea de muñecos de su papá, El Comandante.
“Sí, buenas ideas sí. Algunas sirven, otras no, pero…”, cerró entonces Eduardo, que no pudo completar la frase al salir los novios del Registro Civil.
