Con motivo de las fiestas navideñas que se acercan, varios programas de la TV y del streaming ingresaron en ese cálido, reconfortante y familiar clima de celebración, y los preparativos para estas fechas son múltiples. Entre las diferentes opciones que hay para el espectador, cada una de las señales tiene su propia propuesta e impronta, siempre fieles a su forma de comunicar aunque con giros que a veces pueden salir bien o generar polémica.
Esto último es lo que pasó con OLGA por estos días, luego de presentar una versión en vivo de un pesebre conmemorando el nacimiento del niño Jesús, pero con una versión sátira del mismo. La puesta en escena, que tuvo como protagonista a Toto Kirzner, el hijo de Adrián Suar y Araceli González, disparó un sinfín de comentarios en las redes y se hizo viral.
Fue uno de los temas más tocados de estos días, aunque lejos de recibir grandes elogios el sketch de Toto generó mucha controversia. Se dijo que fue una burla hacia el cristianismo, algo innecesario a pesar de que se haya tratado dentro de un marco de humor, entendiendo que puede herir susceptibilidades en una sociedad que cada día parece ser más agresiva.
Desde LAM decidieron ir a buscar a diferentes personajes del espectáculo para hablar al respecto, de cómo vieron esta parodia de OLGA y de lo que puede generar al espectador. Y una de las voces más destacadas fue la de Eduardo Feinmann, que disparó sin filtros contra el actor, pero que por sobre todas las cosas atacó la idea que tuvieron desde la señal de streaming de Migue Granados.
EDUARDO FEINMANN CARGÓ CONTRA TOTO KIRZNER Y OLGA
“¿Quiénes son estos mamarrachos?”, comenzó diciendo Feinmann apenas el notero Alejandro Castelo le mostraba en un teléfono el clip del pesebre. Y mientras el cronista de Ángel de Brito le iba relatando la situación, el rostro de desconcierto e indignación por parte del periodista se fue transformando cada vez más.
“Es una falta de respeto absoluta al cristianismo, a 1200 millones de cristianos en el mundo. Si esto mismo se lo hubieran hecho a los musulmanes sería un escándalo en proporciones, o con otro tipo de religión”, analizó Eduardo, para luego dar un veredicto tajante fiel a su estilo: “Es un asco”.
Por último, cuando el notero de LAM le consultó qué pensaba de este tipo de puestas en escena y las ideas que buscan reflejar estos programas más “disruptivos”, el periodista no dio demasiadas vueltas: “Para este tipo de cosas tiene que haber un límite. Me parece una irresponsabilidad, pero es mi opinión personal”. Clarito.
