Indisimulable. No logró, o no quiso, camuflar su fastidio, ese reacción espontánea de indignación y de desagrado. Ángel de Brito mandó al frente a la producción de LAM por una serie de desperfectos, de fallos notorios en el desenvolvimiento del programa del miércoles.
El talentoso conductor retomó su espacio de trabajo tras unas vacaciones, durante las cuales le cuidaron el rol de líder del ciclo Nazarena Vélez y Yanina Latorre. A pesar de las vibras positivas por ese lapso de relax, e incluso la evidencia de un color tostado en su dermis, el periodista estalló al aire.
En diversos momentos del capítulo, Ángel se encabronó por las demoras de su equipo a la hora de enviar al aire unas entrevistas. Por eso, el animador exclamó con total seguridad y honestidad: “Nome interesa eso, ¿no hay nada? Me voy a mi casa, ¿para qué volví? ¿No hay una nota? ¿Nada?”.
En el interín de esa dilación, de Brito se impacientó, por lo que se puede percibir que sería por algo interno y desconocido, y evidenció los errores de la producción al vociferar: “¿Qué problema tenemos ahora? No anda el micrófono tampoco chicos”. Hasta que se salió de sus casillas e insultó: “Bueno vamos a ver lo que hay, para empezar como el culo mi vuelta al programa, vamos a ver lo que hay”.
ÁNGEL DE BRITO SE ENOJÓ CON LA PRODUCCIÓN DE LAM
En otro tramo del episodio, Ángel dialogó en un móvil en vivo con Marian Calabró, y en ese contexto prendió la mecha de una ironía muy filosa para Marcelo Tinelli en su rol de gerente del canal. “El día que Tinelli nos sacó media hora para poner esa nota hermosa con Messi yo hubiera renunciado”.
Y después justificó su aseveración con una argumentación de su escapada a otras tierras: “Pero como estaba de vacaciones no me importó y lo deje pasar. Y si ami me tijeretean así, yo me voy”. Sí, Ángel admitió que en su mente correría la ejecución de una dimisión.
