Cada vez falta menos para conocer a los finalistas de MasterChef y los desafíos son cada vez más difíciles. El jurado está muy exigente y no perdona ningún error. A pesar de que Wanda Nara siempre intenta ayudar a los participantes, en ocasiones, los termina perjudicando y ellos quedan horrorizados.
En la noche de este domingo 14 de mayo se vivió una nueva gala de eliminación y los participantes ansiosos tuvieron que esforzarse para poder cocinar uno de sus mejores platos. Para esto, se encontraron con una sorpresa, campanas en todas las estaciones que tenían por debajo un pulpo.
Si bien muchos comentaron que era un palto súper difícil, tuvieron que amoldarse a las circunstancias y comenzar a pesar de todo. Uno de los que tuvo varios inconvenientes fue Juan Francisco, quien desde el inicio se puso idiota y reveló que le molestaba la voz de uno de sus compañeros.
Esta situación lo hizo colmar la paciencia. Es que, parte de los competidores que fueron elegidos como los mejores, se encontraban en el balcón y no paraban de comentar y decir qué hacer. Rodolfo era el que más hablaba y el guardavidas confesó: “Ni bien empieza la prueba, se esucha la voz de Rodolfo que te penetra en la cabeza. Así empiezo a cocinar. ¡Basta! No se puede cocinar así".
.
Su amigo Rodrigo también le dio la razón y afirmó: “Si es un poco molesta la voz de Rodolfo ahí arriba”. De tanto escucharlo, Juan Francisco le gritó para que deje de hablar y él le respondió con mucha tranquilidad: “Querido qué desayunaste hoy” y siguió haciendo lo mismo.
JUAN FRANCISCO NO SOPORTA MÁS A RODOLFO EN MASTERCHEF
En la mitad de la prueba, Wanda fue quien se acercó para intentar conciliar el vínculo entre Rodolfo y Juan Francisco y todo empeoró: "Siguen hablando, siguen hablando y me están rompiendo bastante los huevos y se los voy a hacer saber", respondió enojadísimo el oriundo de San Bernardo. "No sé qué le pasa", indicó Rodolfo sin entender la actitud del joven, que estaba nervioso por ser una gala de eliminación.
"Mala onda no, pero a veces empieza la prueba y ya empiezan a decir cosas. Viste un día de furia, ese soy yo multiplicado por cien. Uno se va hoy. Cállese, hermano", concluyó sin perdonarlo.