Susana Giménez protagonizó un episodio polémico, en el que su ímpetu le ganó a la suavidad y empatía que suele exhibir y construyó un intercambio fuerte con un cronista, en la salida del aeropuerto de Ezeiza.
La diva regresó al país tras su periplo por Estados Unidos, para acompañar a Marley, y París, donde condujo la famosa entrevista a Wanda Nara, la que dejó sensaciones agridulces por el escaso contenido de la influencer en torno a los detalles de la infidelidad de Mauro Icardi con la China Suárez.
Lo cierto es que Su se subió a un avión para surcar los aires continentales y ya el día se torció. Resulta que su butaca de primera clase, el espacio que suele cobijarse en sus traslados en aeroplano, sufrió un desperfecto y llamativamente la diva tuvo que acomodarse en clase turista.
Nada grave, ni del otro mundo. No obstante, esa particularidad se convirtió en noticia. Lo más picante llegó en sus primeros pasos en suelo argentino, donde fue abordada por cámaras, micrófonos y periodistas. Una de esas vivencias que experimenta con asiduidad por la magnitud de su figura.
Empero, Giménez sintió que las preguntas no les agradaban o que el tenor distaba de las buenas intenciones. Así, la blonda se la agarró con el joven cronista del programa de Karina Mazzocco. "Que se yo... ¡No me gustan las cosas que me preguntas! ¡No te voy a decir más nada!", bramó Susana.
El periodista redobló la apuesta, lejos de amilanarse y le consultó si hubiese deseado entrevistar también a la China, lo que despertó la bronca definitiva de Susana: "No me preguntes más.... sos muy chusma, vos".
Para cerrar, mientras se acomodaba en el auto que la esperaba en el estacionamiento, Susana volvió a reiterar su enojo: "Si me gusta algo, lo hago... ¡chau!". Llamativa reacción de Giménez, que sacó a relucir su incomodidad y la expresó con palabras fuertes.