El domingo 26 de septiembre, Alejandro Fantino festejó su cumpleaños rodeado de sus afectos. ¿Y cómo lo encontró al conductor el medio de siglo? Muy reflexivo y filosófico, encantado con el camino recorrido hasta ahora, feliz con sus logros y satisfecho con su presente.
Es que la vida sorprendió a Fantino, que aseguró a Teleshow que al llegar a Buenos Aires desde San Vicente a los 18 años ni se imaginaba lo que se vendría. De llegar con lo puesto y trabajar dando clases de tenis y como empleado en un vivero, hasta empezar a relatar partidos de Boca, en 1992, el destino pronto lo puso en su lugar: los medios.
El conductor dice que grafica la vida “como un viaje”. “El paisaje que vi desde la ventanilla en estos 50 años, desde chiquito en mi pueblo, cuando me fui de mi casa, mi llegada a Buenos Aires, todas las cosas que vi a través de esa ventanilla, fueron cosas lindas, agradables”, aseguró.
Fantino no podía imaginar todo lo que le iba a pasar. Según contó, su idea de vida era ayudar a su papá en las máquinas cosechadoras, quedarse a vivir en el pueblo y tener una vida como la que tienen sus amigos allá. “Estaba muy lejos Buenos Aires, muy lejos poder trabajar en una radio”, aseguró.
“Jamás soñé una cosa así, porque mi carrera me fue sorprendiendo”, dijo el conductor de Implacables, cuya idea original era pasar un tiempo en Buenos Aires y después volverse a San Vicente. Sin embargo, dijo que nunca extrañó ni necesitó volver a sus pagos en estos 30 años.
Hoy, Fantino está conforme con todos sus pasos y los cambios que fue haciendo en su carrera, también los que significaron salir de su zona de confort, como cuando probó la tarde con Fantino a la tarde, viniendo de la franja de la noche.
“No tenía referencia, nunca me había comunicado con la audiencia de la tarde, pero encontré gente maravillosa. Me gustaría volver el día de mañana al horario de la tarde. Después me tocó reemplazar a grandes conductores que tuvo Intratables, y es maravilloso”, indicó, encantado con todo lo que le ofrecen.
El santafesino está contento y se nota, estudia Filosofía, está muy enamorado de su novia Coni Mosqueira, con quién sueña casarse y tener hijos, se hace el tiempo para leer y para encontrarse con sus amigos y, muy seguido, se escapa de la ciudad.
“Mi tranquilidad es poder leer un libro, estar acá, con mi novia… La tranquilidad es agarrar la Panamericana hace 27 años todos los días, pasando esa hora y cuarto escuchando música. Soy feliz en este lugar y con la vida que tengo”, dijo.
A la vez, el relator asegura que, si bien extraña mucho a su papá, que murió hace dos años, no siente “un vacío”. “Sé que cuando se termine mi vida terrenal volveré a ir a pescar con él”, expresó, convencido.
“Sé que cuando se termine mi vida terrenal volveré a ir a pescar con él. No tengo un vacío por la muerte de mi papá".
¿Y en el amor? Diez puntos: “Coni es el punto perfecto de todo lo que me hace bien en mi vida. Es mi compañía, mi consejera, la persona con la que entiendo día a día lo que es amar, que te amen. En algún momento nos vamos a casar, si es que ella quiere, porque yo sí quiero. Y también está en nuestros planes tener hijos”.
Lleno de proyectos, el Fantino de hoy quiere terminar su carrera, publicar ensayos, probar suerte con un programa con pensadores para conversar sobre temas como el odio, la paz y el amor, mientras que sigue a full con ESPN y Disney, hacer rardio en La Red, y seguir en América, canal donde se siente “en casa”.