Meses y meses de anticipación. Elección de salón, de la decoración, del catering, el vestido, el traje, los invitados, la disposición de las mesas, la música, la mesa dulce… Muchas son las responsabilidades y las decisiones que se deben tomar a la hora de organizar una fiesta de casamiento.
Y aunque la emoción y la ansiedad de los novios por compartir una noche tan preciada con amigos y familiares está a la orden del día, también se hacen presentes los miedos a que algo falle, a que algún error arruine un momento, o peor aún, que alguien salga lastimado.
Esto le sucedió al Chino Leunis, que invitado al ciclo de Los Mammones le confesó a Jey Mammon que en su boda se vivió un accidente “tragicómico”, que con el paso del tiempo se convirtió en una divertida anécdota entre amigos.
“¿Es verdad que en tu casamiento hubo una guerra de tortas? Fue Relato Salvajes eso”, comenzó preguntando el conductor del ciclo de América, mientras su entrevistado se reía recordando aquella noche y felicitando a Jey por tener tanta información sobre su intimidad.
Sincero, el Chino comenzó a explicar qué sucedió en aquel salón: "Santi es uno de mis mejores amigos de toda la vida, desde primer grado en el colegio nos sentábamos juntos… Momento de torta en el casamiento, el papá de mi amigo había tomado un poco, como todos los presentes, y Santiago no tuvo mejor idea que decir ‘que bueno que estaría tirar las tortas de la mesa dulce...’".
"Empezaron a tirar las tortas de la mesa dulce y el papá de un amigo se resbaló, se cayó y tuvo que venir la ambulancia con la camilla y todo"
Ante la mirada expectante de los presentes, Leunis continuó con su relato, y dejó sorprendidos a todos por el terrible accidente que se vivió allí: "Cuestión que empezó a tirar, y el piso quedó con crema. La cosa es que el padre había ido al baño y a volver, se encontró con esta situación y se resbaló, se cayó… Quedó con las piernas mal. Tuvo que venir una ambulancia con la camilla y todo”.
Sin embargo, sonriendo, confesó que a pesar de la preocupación del momento, decidieron despedir al invitado de la fiesta de la mejor manera posible: “Lo más gracioso de todo fue que en el momento en el que el carrito lo estaba sacando, hubo aplausos de todos como cuando un jugador se retira lesionado de la cancha y hasta un cántico también".