Callado, sereno, bondadoso como pocos; un plomo y aburrido hasta el infinito. Pero lindo, hegemónico, comprador. Todas estas son posibles definiciones de Marcos Ginocchio, el candidato más firme a ser el último en cerrar la puerta de la casa de Gran Hermano, junto con Nacho. Sin embargo, sobre Marcos mucho se habla pero poco se sabe.
Sus puntos flojos no existen, el chico resiste archivo de manera notable y lo único que se encontró de su historia previa al reality es un video caminando borracho por las calles de Buenos Aires, una ex novia que quedó en Salta y nada más. Para el Conejo, como para otros ex hermanitos, el Primo es un misterio.
“Marcos es una incógnita”, señaló el Cone la semana pasada, de visita en Cortá por Lozano, cuando la duda en ese momento era a quién de sus compañeras salvaría como líder de la semana, decisión que terminó inclinándose por Romina, mientras todos apuntaban a que sacaría a Julieta de la placa.
Y el cordobés señaló: “Además, recordemos que una vez él votó a Ariel y después lo terminó salvando. Lo que tiene Marcos es que por ahí tiene el chip que le inculcó Agustín sobre la personalidad de Romina”.
LA ENIGMÁTICA ESTRATEGIA DE MARCOS DE GRAN HERMANO
En este sentido, el novio de Coti, que en los últimos días habló del punto flojo de la personalidad de la Tora que pudo haberle valido la expulsión de la casa, expresó lo que piensa del estudiante de abogacía que en contadas ocasiones demuestra sus emociones ante las cámaras.
“Marcos es una persona que yo creo que nunca olvida, siempre está muy calladito pero siempre tiene pendiente todo lo que ha pasado”, indicó Alexis Quiroga. “Bueno, entonces es como Mirtha Legrand, no es rencoroso pero sí memorioso”, concluyó Vero Lozano, luego de que el Cone la pifiara al sentenciar: "No hay chances de que salve a Romi".