Así como Maria del Cerro se animó a participar de la tercera edición de Masterchef, la modelo también no se achicó a la hora de manifestar sus sentimientos en el reality… E incluso de hacerle frente a las burlas y memes que surgen cada vez que se quiebra al aire y derrama lágrimas.
Cansada del bullying que le hacen en las redes al respecto, la ex Teen Angels salió al cruce y emitió un extenso comunicado exponiendo lo que piensa al respecto: “Pensaba en lo poco acostumbrada que están la personas que consumen la tv/medios de comunicación a ver a famosos llorando, por lo que sea, impotencia, angustia , emoción o felicidad”.
Y siguió: “Les parece raro o poco común entonces lo primero que sale es la crítica y juzgar al otro, es fácil hacerlo atrás de un teléfono, ¿todos nacimos cocinando? ¿todos somos tan fuertes y nadie llora nunca? ¿Saben que? Yo soy esto que ven, a flor de piel, nunca pude caretear nada, se me notan las cosas que me pasan, fui siempre así y voy a seguir siendo Yo”.
En la misma publicación de instagram Mery continuó: “Entré en Masterchef porque era un desafío nuevo, un área desconocida para mi. Sí, al principio me ganaron los nervios, el no saber, la frustración, etc. No la pase bien en el arranque, realmente estaba muy angustiada y nerviosa. Cada vez que pasaba adelante se me aflojaban las piernas del miedo”.
“Pero como siempre en mi vida voy para adelante. Empece a estudiar y aprender mucho por fuera del Reality. Yo quería afrontar este desafío, no para agradar o para ser aprobado por otro, lo hago para mi, para superarme a mi misma. Orgullosa de saber que puedo seguir después de varias caídas”, agregó la actriz que se llevó el apoyo de colegas como Celeste Cid y Fernanda Callejón.
"Hacía fuerza para controlar y reprimir el llanto, sufría por los comentarios en las redes y las opiniones. A mi la crítica me destruye, no me hace bien", manifestó la modelo.
"Al principio hacía fuerza para controlar y reprimir el llanto, sufría mucho los comentarios en redes y las opiniones... Después, entendí que yo era así, le guste a quien le guste. No podía seguir sufriendo y no disfrutar lo que hacía por el miedo al qué dirán", escribió del Cerro.
“Para muchos seré la llorona. Mi deseo es que seamos más empáticos. Que no juzguemos la vida del otro. Para serles sinceros, a mí la crítica me destruye, no me hace bien, por más que hoy entienda mejor y me enfoque en mí, es inevitable que te haga mal. Busco fuerzas, y aunque duela, seguir siendo yo”, cerró María.
