Una de las felicidades más grandes que pueden existir en la vida, es el nacimiento de un bebe, más cuando es tan esperado como ocurrió con Índigo, hija de Evaluna Montaner y Camilo. No está de más decir que es el primer hijo de la pareja.
Al parecer la teoría que los Montaner están marcados por el día ocho, el arribo de la pequeña colmó de alegría no solo a sus padres, sino que también a tíos y abuelos, en donde justamente la abuela, Marlene Rodríguez, escribió en redes sociales una carta sobre la maternidad.
“Dar a luz fue descubrir una parte de mí diferente. De hecho, nunca pensé que iba a ser una mamá tan activa como lo he sido, tan presente, por eso me sorprendió”, comenzó Marlene.
Rodríguez agregó: “Y creo que eso se genera, aún cuando lo hayas pensado muchas veces, en el instante en el que puedes ver por primera vez la cara de tu niño. En mi caso, esa primera vez fue con Ricky, pero me pasó lo mismo con Mau y con Evaluna".
"Es decir, fue algo que sucedió con cada uno de mis hijos, se reanudó en cada parto, apenas vi sus caritas, lo único que pensé fue: ‘Yo quiero estar presente para ti. Quiero estar siempre.’ Y eso ha significado en mi vida, desde que soy mamá, un cambio absoluto”, sostuvo la madre de Evaluna.
Marlene sumó: “Es algo indescriptible, porque es mucho más fuerte que yo; aparte del amor de Dios, por mi esposo, el amor que siento por mis hijos está por encima de todas las cosas. En estos días, por cierto, escuché que el único amor incondicional que existe es el de una madre por sus hijos, ningún otro amor es así, ni siquiera el de los hijos por sus madres".
"Y ahora que lo pienso, creo que estoy de acuerdo con quien afirma esto, porque no hay nada por lo que yo pudiera decir: esto no lo haría por mis hijos. Nada, lo haría todo por ellos”, afirmó.
Marlene cerró su mensaje: “La conexión con mis hijos va mucho más allá del contacto diario, la conversación forma parte de nuestro día a día y siempre encontramos el tiempo para eso. Pero si por alguna razón no es posible sigo conectada a ellos y eso es todavía más importante, el vínculo se mantiene en cualquier circunstancia, el hilo que nos une es real, es tener la certeza de que sin importar el lugar o a qué distancia estén mis hijos, mi corazón los siente. Marlene”.