El congelados Selva en Gran Hermano dejó a todos con la piel de gallina. La uruguaya recibió el mejor regalo que podría haber deseado en su estadía en la casa más famosa del mundo: la visita de su marido, el Bicho, el amor de su vida.
Selva no se movió ni dijo una sola palabra, pero no pudo contener las lágrimas al ver al padre de sus hijos. El Bicho ingresó y la miró fijo a los ojos dedicándole hermosas palabras: “No te muevas ¡Vamo’ arriba! Dale, vos podés”. Todos miraban en silencio la hermosa escena.
“Vos tenés fuerza, tenés que aguantar todo, no te me bajoneés. Qué loquita que sos. Lográs todo vos. Viví el momento. Traje un regalito para todos. Tenía mil cosas para decirte y me olvido de todo ahora. Me preparé frente al espejo para decirte todo”, agregó entre lágrimas.
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Ni bien Gran Hermano les dio la orden de poder moverse, Selva rompió en un llanto desconsolado y fueron sus compañeros quienes se acercaron y contuvieron. Fue La Tana, quien le lanzó un lindo comentario sobre su marido: "¡Cómo te ama!”. La uruguaya no dudó en confirmarlo: “Me quiere mucho realmente”.
LA EMOCIÓN DE SELVA
Cuando Selva pudo hablar con Santiago del Moro no dudó en agradecer la hermosa sorpresa que le dieron en medio de un mal momento que estaba viviendo dentro de la casa más famosa del mundo: “Muchas gracias de todo corazón. Me hacía mucha falta”.
Selva confesó a corazón abierto que la visita de su marido era lo que necesitaba para poder tener las fuerzas que tenía cuando ingresó al programa y volver a brillar como solo ella lo hacía con su energía: “Era la fuerza que necesitaba para continuar”.
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