Nadie sabe bien por qué, pero poco después de que se celebrara el casamiento de Stefi Roitman y Ricky Montaner empezaron a sonar los rumores que ensombrecieron un poco la relación. La modelo y el cantante, hijo de Ricardo Montaner, contrajeron enlace en la Argentina el 10 de marzo, es decir hace solo dos meses. Pero aquella felicidad de los primeros tiempos parece haberse esfumado mucho antes de lo esperado.
Al mismo tiempo que se realizaba la fastuosa boda -la más pomposa que recuerde la Argentina desde la de Lio Messi y Antonella Roccuzzo- comenzó a hablarse de una tirantez entre Stefi y su suegra, Marlene, una mujer de carácter fuerte y de convicciones más férreas todavía. Las dos pusieron énfasis en negar el palabrerío y destacar que se llevan fenómeno, pero por algún motivo aún inexplicable el rumor se instaló y no hubo manera de removerlo.
Con el correr de los días se coló otro trascendido: que la relación del matrimonio no transitaba sus días más prósperos y que la convivencia no era tan dichosa como se esperaba. Otra vez aparecieron las "voces autorizdas" para decir esto o aquello, pero nunca quedó claro si pasó algo o no. Hasta se dijo que ella había venido sola a la Argentina y que eso podía evidenciar la frialdad.
En un momento, además, Stefi vino al país para hacerse un tratamiento en la zona de la boca que incluyó una cirugía y un postoperatorio bastante doloroso y molesto. Hubo muchas fotos y unos cuantos posteos, pero ninguno incluyó a Ricky. Una vez más las desmentidas resultaron repetidas pero insuficientes. No hubo caso. Ni los mejores temas de Montaner, uno de los más grandes de la canción latina de los últimos 30 a 40 años, parecen alcanzar para matizar las versiones.
La semana pasada, todos los Montaner, al igual que el ambiente artístico y la sociedad argentina, se vieron sacudidos por todo lo que pasó con Gerardo Rozín, alguien muy cercano tanto a la familia como a la pareja. De hecho, su boda fue el último evento público al que asistió el periodista y productor rosarino, a quienes ellos consideraban una suerte de padrino. Por eso se supone que el mensaje que escribió bien podría tener relación con el fallecimiento del conductor de Morfi y no con una crisis personal.
"Uffff. Pasé un fin de semana lleno de todo. De recuerdos, de tristeza, de ansiedad. De ir y venir. También de emoción, alegrías y adrenalina por lo que viene. Soy un tsunami espectacular. Quisiera ir y sentir con más calma, pero no me sale. Buena semana, gente. A ver que tal viene", escribió y encendió tanto alarmas como expectativas. ¿Qué habrá querido decir?