Cuando el mundo se vio sacudido por la llegada del coronavirus, uno de los primeros continentes que se vio afectado fue Europa, quien recurrió en muchos países al aislamiento y la cuarentena obligatoria. No obstante, con el paso del tiempo se comenzó a permitir la reapertura de muchos rubros, pero un nuevo rebrote surgió y ahora son algunas ciudades de Francia las que retornaron al encierro masivo.
Una de los principales lugares que declaró emergencia fue París, en donde reside Wanda Nara junto a su esposo Mauro Icardi. Y con la llegada del invierno en tierras europeas, la empresaria tomó una drástica decisión.
Confesando en su cuenta de Instagram de que no estaba conforme con su propio cuerpo, Wanda publicó que estos días de aislamiento los iba a utilizar para ejercitarse y moldear su figura hasta el punto tal que ella se sienta satisfecha consigo misma. Y su lugar de entrenamiento, es ni más ni menos que su propio hogar, en donde tiene un ambiente todo amueblado y dedicado al ejercicio físico.
Mostrando en videos e imágenes su salón de gimnasia personal, Nara lució una cinta de correr, varias colchonetas, pesas rusas, mancuernas, una bicicleta fija, más una leve decoración con varios espejos y una pequeña estatua de un perro.
No obstante, la representante también expresó su disconformidad aclarando que en el primer período de aislamiento no mantuvo una alimentación balanceada, y que en esta oportunidad quería recuperar su peso anterior: “Una cuarentena para engordar y otra para entrenar, debo decir que en la de engordar fui muy feliz... En esta, después les cuento”. Y abrevió las iniciales de un insulto para demostrar que se divertía más antes que ahora, en el mini gimnasio privado.
Al fiel estilo de Wanda, la imagen rápidamente obtuvo más de 230 mil likes y obtuvo apoyo de sus más allegados, que le remarcaron que se mostraba divina sin la necesidad de realizar actividad física.