Mariela Montero era apenas una jovencita cuando decidió entrar a Gran Hermano 4, la edición más exitosa de todas y donde llegó a la gran final llevándose el tercer puesto, fama y popularidad. Pero tras aprovechar su momento de gloria y terminar su relación con Fabián Rodriguez, el malogrado ex marido de Nazarena Vélez, la salteña se fue a Chile en busca de nuevas experiencias.
“Cuando entré a la Casa fue con el objetivo fijo y la imagen sólida de qué me quería convertir en un futuro. Fue un trampolín y una oportunidad. Sabía que me gustaban la actuación, la música y las comunicaciones. Era una manera de comenzar”, recordó La Negra, como la apodan de toda la vida.
Y siguió: “fue ahí donde todo comenzó. Gran Hermano en mi vida fue una tremenda experiencia, inolvidable, muy fuerte y que te marca para siempre. Fue la vez donde me sentí más enfrentada con mis propia cabeza. Es lo que sucede con el encierro, saber que de repente tenés que compartir tu tiempo y tu espacio con personas desconocidas”.
Analizando a la distancia, Montero comentó que “estar completamente incomunicados, que en nuestro caso por ser finalistas se dio durante cuatro meses, sin ver a la familia ni a los afectos y sin saber lo que pasa afuera no lo pasa ni un preso, que puede recibir visitas. Pagamos muy alto el precio. Fue una tarea ardua soportar ese encierro”.
En el 2007 era otro el valor del peso, sin embargo Mariela se refirió al premio que le dio GH: “el premio más grande que me llevé fue el cariño de la gente, que sigue hasta el día de hoy. A pesar del tiempo no se olvidan y aún me siguen. Es lo que buscaba y lo que encontré. De lo monetario era un premio re paupérrimo, siendo honesta”.
¿Cómo vivió esa fama repentina? “Fue un fenómeno grandísimo y no logras dimensionar lo enorme que resultó ser. Cuando salí de Gran hermano que no podíamos salir a caminar por la calle porque la gente te sacaba fotos, te tironeaba, te sentía suya. Con el tiempo aprendí a estabilizarme y encontrar un rumbo”, describió.
En cuanto a esa popularidad, Montero agregó que “aproveché el momento de gloria y los 5 minutos de fama. Me capacité, estudié teatro, tango, generé contactos y se dio la oportunidad de venirme a Chile a través de un productor que me vio cuando estaba haciendo teatro con el Facha Martel y Beatriz Salomón, diez años atrás”.
Una vez que llegó al país vecino a la ex hermanita le ofrecieron ingresar a otro reality. “Pensé que era una locura, porque me iba a meter otra vez, pero fue una oportunidad para expandirme. Fui soñadora y luchadora, pero inteligente al tomar decisiones y aprovechar oportunidades”, destaca.
En cuanto a lo personal, la salteña abrió su corazón en diálogo con Paparazzi, “con los años aprendí a acostumbrarme con este ritmo de vida de muchos viajes, escenarios, aprovechar cada momento y me enamoré mucho de la profesión. Me metí de lleno y fueron pasando los años y me di cuenta de que me acostumbré”.
Lejos de planear una familia, Mariela se sinceró, “el hecho de tener hijos nunca fue un sueño en mi vida. Vivimos un periodo donde las mujeres podemos elegir no ser madres y nunca sentí el llamado de la maternidad como otras mujeres. En mi caso no fue una cosa esencial. No estuvo en mis prioridades”.
Sin hijos y soltera, trabajando en una empresa de comercio exterior y adelante de un programa de entrevistas Montero contó: “tuve un crecimiento grande donde vi que había un techo en Chile y quería demostrarle al mundo y a mi que era más que eso y me metí de lleno al mundo del teatro. Me convertí en directora y productora y estoy preparando un stand up”.
Finalmente, la actriz y cantante recordó a Fabián Rodriguez, su ex pareja, y difunto marido de Nazarena Vélez. “Fabián fue un hombre importante en mi vida, lo quise muchísimo y lamenté mucho su muerte, hasta el día de hoy. Seguiré sin entender su partida y el por qué tomó esa terrible decisión”.
“Lo recuerdo con mucho cariño, era carismático, sensible y de gran sentido del humor. Fue él quien me insistió para que me dedicara a la producción de espectáculos, a cantar y creo que él creía más en mi que yo misma en aquel momento. Lo voy a agradecer eternamente”, concluyó Mariela.
