A pesar de que hay campañas tanto en las redes sociales como en los medios televisivos y radiales que promueven los controles anuales de la salud y el cuerpo, existen casos de reconocidos personajes que asombran a la población y sirven como ejemplo a seguir.
En esta oportunidad, quien abrió las puertas de su intimidad fue la modelo Delfina Gerez Bosco, que estuvo como invitada al ciclo de Lo de Mariana y confesó el mal momento que atravesó al descubrir que tenía un tumor en el abdomen del tamaño “de la cabeza de un bebé”.
La difícil historia comenzó cuando la joven recordada como “la bañera de Marley” reveló que en agosto del año pasado se encontraba recostada cuando visualizó una anomalía en su panza: “Estaba acostada en la cama mirando la tele, y de golpe veo como un globito, como si fuese un embarazo pero de costado”.
Asimismo, Delfina confesó que lo primero que hizo fue contactarse con su médico: "Entonces le saqué una foto, se la mandé a mi ginecólogo y él me mandó a hacer una ecografía transvaginal".
No obstante, gracias a las restricciones por el coronavirus las esperas se hicieron largas y la desesperación se sumió en ella: "Con el tema de la pandemia los turnos eran lejanos, era como todo lento y quería hacerlo rápido por el tema del crecimiento. Pensé que tenía cáncer de ovarios".
Recordando aquel duro momento, continuó con su relato: "Lo primero que me preguntaron después de ver los estudios era si tenía un hijo y si quería otro…”
"A pesar de que yo dije que me gustaría intentar tener otro hijo, el médico me dijo que lo más fácil en esta situación era sacarme el útero”
Cabe recodar que la conductora es mamá de Gennaro (3), fruto de su matrimonio con Fernando Beni, y tenía en mente agrandar la familia. Sin embargo, recibió una impactante respuesta por parte de su profesional: "A pesar de que yo dije que me gustaría intentar, me dijo que lo más fácil en esta situación, por cómo va creciendo de rápido, era sacarme el útero”.
"Fue horrible. De ahí a mi casa me fui llorando...", agregó angustiada Delfina mientras explicaba que la mayor preocupación para los doctores era que el tumor “iba creciendo muy rápido”: "Cuando me lo sacaron pesaba 750 gramos, como la cabeza de un bebé. Me molestaba, iba al baño varias veces porque me apretaba la vejiga..."
Dentro de ese contexto, quien estaba presente en el estudio era el médico Guillermo Capuya, que analizó en vivo el conflicto que vivió Gerez Bosco: "Es un tumor benigno de músculo uterino que se llama leiomioma o fibroma que si no crece rápidamente y no trae síntomas, no se hace nada. Pero cuando es muy grande requiere cirugía como en este caso".
Y asintiendo a sus dichos, la invitada explicó: "Sí, me practicaron como si fuese una cesárea... Todos esos meses fueron horribles. Me decían que no sabía si iba a volver a tener otro hijo”. Aunque ahora, el panorama tiene una luz de esperanza: “Ahora no sé si puedo, si puedo, tendría que intentar el año que viene... Es una sensación rara".
