La talentosa y exitosa artista uruguaya brindó una entrevista como personaje de tapa de revista Hola y fue durante la charla que mantuvo con la periodista que Natalia Oreiro sorprendió al referirse a cosas que la incomodan y, en ese contexto, reconocer que padece de misofonía.
“Es un tema que tengo con ciertos ruidos que generan las personas y me causan ansiedad. Desde chica me hace sentir muy vulnerable. No tiene cura, es neurológico, de las llamadas enfermedades raras”, fue la explicación que dio la mujer de Ricardo Mollo.
Y agregó: “Cuando las personas descargan ansiedad con algún movimiento a repetición, las personas con misofonía absorbemos esa ansiedad”. Sin dudas, la misofonía es un peso con el que Nati carga desde hace muchos años y el cual ha tenido que remarcar en algunos momentos de su vida para no quedar ante otros como una persona irritante.
Sin ir más lejos, en medio de la pandemia, fue la protagonista de Muñeca Brava quien profundizó en el tema cuando mantuvo una comunicación de manera virtual con Santiago del Moro para Telefe. "Un día trabajé con vos y le cuento a la gente que sos fóbica a los chicles. Me pediste que me lo sacara de la boca", lanzó el conductor de MasterChef en ese momento.
A lo que Oreiro le aclaró: “En realidad no es una fobia, sino una enfermedad neurológica. Se llama misofonía y se traduce como odio al sonido. Yo la tuve toda mi vida y no lo sabía. Pensaba que era loca y mucha gente me miraba como que yo era snob o histérica. Se supo que no era algo psicológico. Y que no tiene cura".
"Es un tema que tengo con ciertos ruidos y me causan ansiedad. Desde chica me hace sentir muy vulnerable. No es fobia, es una enfermedad neurológica", aclaró Oreiro.
Haciéndose eco de las declaraciones de la artista uruguaya, en Nosotros a la mañana Carlos Monti y Nicolás Magaldi charlaron de la condición que sufre la actriz y explicaron de qué se trata. Fue así que el conductor que reemplaza al Pollo Alvarez se refirió a los ruidos que pueden incomodar a Natalia y leyó: “el goteo de agua, la masticación o los sonidos repetitivos como el golpeteo con un lápiz”.
“Las personas con misofonía pueden sentirse irritadas, enfurecidas o incluso sentir pánico cuando escuchan los sonidos que las perturban”, agregó el periodista. A lo que su compañero le remarcó: “No tiene cura pero hay tratamientos que consiste en hacer terapia o cambios de estilo de vida, como usar protección contra los ruidos o crear zonas ‘libres de ruido’ en el espacio donde vive la persona”.