Susana Giménez es una mujer amable, divina, que se desvive por sus seres queridos todos los días y a toda hora. Pero… ¡tiene sus reglas! A pesar de lo que muestra en el aire, la diva es muy ordenada y le gusta vivir sola y en paz (o con gente que le siga su ritmo).
Y, ahora, en Miami, a donde viajó para descansar unos días antes de ir a hacer una entrevista con Wanda Nara en París, nada de eso estaría ocurriendo. Y la culpable es una sola persona y tiene nombre y apellido conocido: Lucía Celasco, su nieta, la hija de Mecha Sarrabayrouse y Eduardo Celasco, quienes se separaron hace al menos 5 años.
Pero, ¿qué pasó? Lucía se separó de su histórico novio (Joaquín Rozas, que antes supo salir con Mica Tinelli), vivió algo con el polémico Gianmarco Dolce (el hijo de Bárbara Durand, que tuvo un accidente en la Panamericana donde mató a una persona), y se fue a los Estados Unidos para poner un local de su marca de ropa (Lovely Denim).
Allí la chica se enamoró de un mecánico de motos Harley Devidson y se está dando la buena vida con este fachero caballero (Tomás Piénovi), mientras logra abrir su venta de remeras y jeans que tanto gustan a las teens en nuestro país a pesar de sus desorbitados precios.
Pero el drama lo tiene buena de Su, claro. Y ella dio más data cuando hizo el programa Por el mundo junto a Marley, en la pantalla de Telefe. En Miami, Lucía se instaló en su histórica casa en Venetian Island, un parque natural con puentes elevadizos, vistas de otro mundo y lleno de yates y palmeras paradisíacas. Y esto la tiene de los “pelos” a Susana.
“Es la única de la familia, aparte de mí, que va a trabajar. Y le pone muchas ganas, pero me tiene cansada”, dijo Susana. “Quiero que no se alquile uno de 4 mil dólares por mes porque lo tiene que pagar ella y la socia. Pero quiero que se vaya de casa. Se lo pido todos los días y no se va”, contó.
“Ya me quemaron la pava francesa. ¿Viste la potencia que tiene el gas acá? ¡Enseguida te hierve! La dejaron como en Buenos Aires y me la quemó”, relató Susana ante la atenta mirada incrédula de Marley sobre los problemas de la Giménez con su nieta. Y allí llegó lo peor para Su.
“¿Cómo es la casa? Cuántos dormitorios tiene?”, quiso saber el conductor de Por el mundo. Y Su largó su último speach: “Dos dormitorios arriba y uno abajo que tiene un sillón cama, que lo abre y nunca más lo cierra hasta que se va. No cuelga la ropa. El placard son las valijas. Yo soy una maniática y hoy pasé la aspiradora. Y ellas como si nada”.