Incontenible, la apertura de una especie de compuerta desata un torrente caudaloso de nuevo material sobre Diego Maradona. A cada minuto brotan a la luz documentos escalofriantes, a partir de las requisas de los dispositivos de muchos de los personajes que están siendo investigados.
En ese raid, Intrusos puso al aire un mensaje de Leopoldo Luque tremendo, de un contenido muy sensible, en el que direcciona su bronca contra las hijas de El Diez: Dalma, Gianinna y Jana.
Todo esto entorno a una conversación del neurocirujano con el traumatólogo Diego Eyharacet, quien operó a Diego de la rodilla en 2019. Un intercambio desgarrador, donde este profesional le pondera el mal estado en el que encontró al astro en una visita al country.
En ese contexto, Luque arma una concepción muy peculiar, en la que centra la responsabilidad en las herederas de Diego y se desliga de toda incidencia, incluso se aboga ser el único que le importa Maradona. Una locura total.
“Eso que sentís vos, imagínate que fuiste poco y lo sentiste… Imaginate lo que puede generar en la gente que va mucho. Yo tengo los huevos de acero. Lo que banco a ese tipo… Sí, el otro día nos agarramos, me echó porque el único que se le planta soy yo. El único que le dice las cosas soy yo”, se escucha manifestar a Leopoldo.
Luego llega el momento de criticar a todo el entorno: “Todos están ahí aplaudiéndole al costado. Es el campeón. Como yo me le planto y le digo las cosas en la cara, el tipo se la agarra conmigo”.
"El tipo está ahí solo, ¡Las hijas tienen que estar ahí! Y encima me rompen las pelotas a mí", bramó Luque.
Con mucha vehemencia, el médico decidió cuestionar directamente a las hijas, sin vueltas, y sin pruebas y espetó: “El tipo está ahí solo, ¡está ahí solo! ¿Yo con quién hablo? Con Maxi, con la Monona, con los de seguridad... ¡Las hijas tienen que estar ahí! Y encima me rompen las pelotas a mí. No piensan, no piensan que es una persona, ¿me entendés?".
En esa alocución contra Dalma, Gianinna y Jana, Luque agregó: “Que en vez de agarrar y hablar conmigo y decir ‘che, ¿qué podemos hacer?’. No. Yo no tengo trato porque no me llaman. Yo hoy estaba ahí y le dije ‘bueno voy mañana a la casa de tu viejo, si puedo hablamos ahí y qué se yo’”.
Como si todo esto fuese poco, Luque aseveró: “Pero el tipo no me quería recibir, me le metí en el cuarto, nos pusimos a discutir. Y después tenés un mensaje de esta pendeja, estamos todos locos. A veces siento que al único que le importa el tipo es a mí. Me da esa sensación”.
