La loable intención de Jimena Barón de divertirse y crear una experiencia maravillosa con su hijo Momo desató un conflicto y destapó un accionar extraño de Daniel Osvaldo. La jurado de La Academia deseaba bailar con su pequeño en la pista, pero necesitaba la autorización del padre, que nunca llegó.
Claro que este tema tomó notoriedad pública e incluso abrió un debate respecto a las particularidades de la cotidianidad de padres divorciados. Así, el ex futbolista quedó en el ojo de la tormenta, ya que varias voces analizaron su rol como papá, no solo de , sino de Gianluca (15), Victoria (12) y María Helena (9).
Lo cierto es que Jimena dejó entrever que su pequeño no podía acompañarla en una presentación en la pista porque el exfutbolista no le respondió nunca los mensajes, en los que le solicitaba su visto bueno, su aprobación para que el niño disfrutará de esa experiencia.
En LAM, Ángel De Brito corroboró que la producción del ciclo le informó que Osvaldo no emitió ninguna respuesta al pedido de autorización e incluso exclamó: “Jimena es amiga de Lizardo... Ella le mandó un mensaje a Osvaldo para preguntarle, él le clavó el visto y ni contestó”.
Atento a todo el ruido mediático que se creó en torno a su postura, Daniel decidió salir a expresarse, a dar su opinión del tema y sobre todo pegarle un palo a Barón con una filosísima ironía, una frase muy picante que reabre la tensión que late entre ellos.
El exdelantero de Boca Juniors eligió su cuenta de Instagram y más precisamente una storie con una concepción tremenda: “Qué triste debe ser vivir atada a tu pasado”. Claro que el posteo no se dirige directamente a Jimena, pero a buen entendedor, pocas palabras.