Jorge Lanata falleció este lunes 30 de diciembre, dejando un inmenso dolor en el corazón de los argentinos. Sus restos fueron velados el mismo día y el martes 31 se realizó un último homenaje en la Casa de la Cultura, donde sus amigos, colegas y admiradores lo despidieron con mucho cariño. En medio de esta despedida, Bárbara, su hija, compartió un poema que él le había escrito en 2020, durante la pandemia, revelando el amor profundo que los unía.
El texto fue enviado por Lanata desde Nueva York y comenzaba con una sencilla frase: “Te escribí algo, ojalá te guste”. En esas líneas, Jorge describió con ternura a su hija: “¿Dónde está Bárbara? Está por ahí inventando algo que no quiere contar. Buri, Bar, Burbu, Burbujita, estamos los dos mirando la luna en José Ignacio. Y Bárbara, ¿dónde se fue? Está viviendo”. Sus palabras reflejaron no solo amor, sino también una profunda admiración por ella.
Lanata recordó la relación distante que tuvo con su propio padre, marcando un fuerte contraste con el vínculo cercano que construyó con Bárbara. “Crucé con mi padre veinte o treinta palabras en toda mi vida. ¿Cómo estás? Vuelvo tarde. Abrigate. Yo salí a comer con mi padre una sola vez en la vida”, confesó. A diferencia de eso, él decidió ser un padre presente, alguien que valoraba cada momento compartido con su hija.
En el poema, Jorge también habló sobre las cargas que ambos llevaban, pero siempre desde el amor. “Bárbara tiene un apellido que le pesa, y yo una historia que me pesa igual”, admitió. Sin embargo, destacó la importancia de Bárbara en su vida: “Bárbara sabe de dónde viene, yo no. Yo no vengo. Empiezo con ella”. Sus palabras mostraron cómo ella fue su principal fuente de inspiración y su gran legado.
EL POEMA DE JORGE LANATA
El poema también incluyó reflexiones sobre la intensidad de su vínculo. “Hay una electricidad que nos une y nos separa. Tenemos miedo de que tanto amor explote”, escribió Lanata, describiendo la fuerza de su conexión. Sus palabras fueron un refugio para Bárbara en este momento de tanto dolor, recordándole el amor eterno que siempre compartieron.
Jorge Lanata se despidió físicamente, pero su legado y su amor seguirán vivos. Sus palabras, llenas de poesía y emoción, quedarán para siempre como un recordatorio de la importancia del amor, la familia y los lazos que trascienden el tiempo.