Las semanas se acumulan desde el episodio, aquel que el 21 de marzo indujo a Soledad Aquino a sumergirse en la clínica la Trinidad de Palermo. Una situación delicada que continúa con la internación de la exesposa de Marcelo Tinelli en terapia intensiva.
La madre de Candelaria y Micaela sufrió una hemorragia digestiva causada por una infección y una úlcera de duodeno, la cual se vio sumamente complicada por tratarse de una paciente con cirrosis hepática. Como si fuese poco, en los últimos días la exmujer del conductor de ShowMatch contrajo coronavirus.
El hermetismo se erige en una barrera sólida, prácticamente el devenir de la salud de Soledad se remite a algunos indicios que aporta Marcelo en sus redes, o en algunas entrevistas. Por otra parte, las hijas no se han expedido en sus redes sociales.
En ese sentido, Micaela se hartó del hostigamiento, de la falta de sensibilidad de muchos usuarios de las plataformas digitales, que le cuestionan que no comunique nada de su madre en sus perfiles y hasta le reprochan que continúe con un abastecimiento de contenido “normal”.
De esta manera, la hija de Marcelo sintió que era momento de poner un freno y saltó a su Instagram para descargarse contra todos aquellos que opinan libremente, sin ningún atisbo de humanidad. Con un texto extenso, Mica argumentó: "Es increíble como les falta empatía y respeto a tantas personas. Especialmente en los temas vinculados a la salud. Mi mamá está bien, gracias”.
En su exposición, la joven explicó lo que la estimula a no referirse a la salud de Aquino: “Y si no muestro cosas en mis redes o no hablo del tema es justamente porque las redes sociales no son la realidad”.
Y para cerrar, la hermana de Cande bramó con vehemencia que los internautas entiendan su sentir: "Yo no muestro lo que hago o no les cuento lo que siento 24/7. Es parte de la vida privada e íntima. Yo elijo qué quiero compartir y qué no. Sepan respetar. Simple. Más amor, empatía y respeto".
Por otra parte, hace días que ronda en el cuerpo médico la idea del trasplante, pero esta intervención no resulta nada sencilla de concretar. Sucede que Aquino es paciente de riesgo, no sólo por edad (tiene 60 años), sino porque padece cirrosis por alcoholismo. Con lo cual, no respondería a los criterios necesarios para entrar en lista de espera del INCUCAI.