A Mariana Brey le tocó enfrentar en las últimas horas uno de sus miedos más profundos: perder el control, que la anestesien, la duerman, imaginar el filo del bisturí abriendo su carne para sacarle un órgano dañado mientras ella no puede hacer nada al respecto.
Todo esa seguidilla de sensaciones e imágenes atemorizantes atacaron a Brey esta semana, cuando la panelista tuvo que operarse de urgencia de la vesícula a la vuelta de sus vacaciones en Europa porque no daba más del dolor de panza.
Ya en su casa, Mariana volcó todas sus inquietudes sobre su salud en un texto que publicó en Instagram junto a dos selfies desde la cama donde se la ve divina durante la convalecencia. “Como suele pasarme en estos casos, el miedo penetra en mí. Porque son esas decisiones difíciles de tomar, al menos para mí”, arrancó la periodista.
“No tengo tolerancia al dolor y me estresa mucho pensar en el post, como si yo tuviese el poder de saber cuál será el resultado”, siguió Brey y se preguntó: “¿Qué es mejor? ¿Soportar y resistir hasta llegar al límite, hasta que el cuerpo diga basta? ¿O hacerme fuerte, rodearme de buenos profesionales, consultar distintas voces, y escuchar a los amigos que hayan pasado por algo similar para decidir?”.
LA FOBIA DE MARIANA BREY A PASAR POR EL QUIRÓFANO
“No me gustan los quirófanos, no me gusta la anestesia, no me gusta que entren en mi cuerpo. Y estos miedos tienen historia, viene de la niñez, algún día lo contaré”, avanzó la panelista de Socios del espectáculo que venía de pasar unos días de vacaciones.
“Ahí no tuve miedo, pero sí tomé conciencia de que no podía dejarme estar más y que tenía que tomar una firme decisión, para no ponerme en riesgo, teniendo que salir de urgencia a internarme siendo algo de mayor gravedad”, explicó.
Así, luego de hacer las consultas pertinentes, Brey contó que puso todo en marcha y rápidamente ya estaba en el quirófano, de donde despertó de la anestesia “con lágrimas y sin aire”. “Mi experiencia, por primera vez con anestesia total, fue poco agradable. No pude pegarme ningún viaje lindo. Sentí miedo y dolor”, cerró, hoy rodeada del amor de su familia y sus amigos.