Gran Hermano se convirtió en el foco de todos los medios por las polémicas que protagonizan los participantes. Hace algunas horas, se llevó a cabo la primera fiesta del reality. La temática fue fluor y los participantes se mostraron muy emocionados.
Sin embargo, lo que llamó mucho la atención fue la actitud de Juan durante toda la fiesta. Y es que, el taxista no bailó, solo se quedó mirando a sus compañeros mientras disfrutaban de la fiesta. Si bien varios de ellos intentaron acercarse a él para sacarlo a bailar, no cedió.
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Y es que, al parecer, Juan está más enfocado que nunca en una estrategia para poder convertirse en el ganador del reality más famoso del país. De hecho, hace días se mostró bastante alterado cuando revelaron los nominados ya que creía que sería uno de ellos.
Todo se dio cuando Santiago del Moro tenía que revelar al último nominado y antes de conocer quién sería, Juan lanzó: "Vine a jugar, y sé que voy a estar nominado. Estoy hablando yo, con todo respeto, te puedo decir algo, no vine de vacaciones, vine a jugar, y es lo que estoy haciendo".
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"Tengo mucha fe en la gente del otro lado. Y si me tengo que ir, el domingo o el domingo que viene o en dos meses, me voy tranquilo porque vine a jugar. Es lo único que quiero decir, le mando un beso a mis hijos y a mi nieto, nada más", lanzó.
Juan también contó su dura historia de vida: "Yo la viví, la luché, la sigo luchando, tengo calle, tengo barrio. Tengo 42, soy taxista, tengo dos hijos y un nieto de tres años y soy abuelo que es lo más hermoso que le puede pasar a alguien. Tuve un hijo a los 17, prácticamente lo crié solo, la mama se borró a los dos años".
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