La sorpresiva renuncia de Marcelo Longobardi a Cada Mañana, el programa de Radio Mitre con el que lideró las audiencias de AM durante dos décadas, sacudió como pocas noticias al ámbito de los medios y también a los oyentes del ciclo, que se contaban de a decenas de miles.
En su "Editorial de despedida", que duró unos 20 minutos, el periodista se quebró una sola vez. No fue al hablar de su familia, de sus amigos, de su pasado ni del futuro: sucedió cuando leyó un mensaje de Diego Leuco.
Además de agradecer a los suyos, a las autoridades de la emisora -con las que reconoció haber tenido diferencias y discusiones, sobre todo en este último tiempo- a sus compañeros y al resto de los conductores de la emisora -incluyó a Jorge Lanata, con quien se venía peleando bastante seguido por demorarse en el pase de un programa a otro- Longobardi habló de "salir de la zona de confort", de "darse cuenta cuándo es el momento indicado para dejar el éxito- y sembró algunas dudas cuando dijo que se iba, también, para "no enamorarme peligrosamente del diablo".
Longobardi contó que tuvo algunas inspiraciones para tomar la drástica decisión. Como el más importante nombró al periodista español Iñaki Gabilondo, quien se retiró de la radio tras una exitosa y larguísima carrera a los 79 años.
"He leído y releído su carta de despedida, y en una parte dice "Yo se que he no he sido alguien importante, pero creo que he podido ser un tanto útil". Bueno, a mi me pasa lo mismo. No me considero alguien importante, pero espero haber sido útil desde este lugar, al que sí estoy seguro que dejó en buenas condiciones y espero que venga alguien que lo mejore", dijo.
Mientras todos sus compañeros lo iban saludando y se sumaban al momento emotivo, Longobardi hizo un repaso por los 21 años del programa y pidió permiso para saludar a sus colegas.
"Quiero agradecer a los Leuco, a los dos, porque siempre fueron importantes y estuvieron presentes. Me mandó un mensaje Diego, con quien tengo una relación de mucho afecto y tengo la suerte y el privilegio de que me considere como un padre. Me mandó un mensaje muy lindo que si ustedes me lo permiten lo voy a leer", expresó.
"Diego Leuco me puso "Fuiste muy importante para mi y lo vas a seguir siendo. Gracias por todas las enseñanzas que me diste.... cof, cof....". Longobardi se quebró por única vez en toda su despedida.
"El me puso "Marcelo, fuiste muy importante para mi y vas a seguir siéndolo. Gracias por todas las enseñanzas.... cof.....", en ese momento, Longobardi cambió su voz. Su habitual tono grueso, fuerte, compacto, pasó a ser uno sensible, tierno, dulce. Y se quebró. Leyó un poquito más y necesitó contener la respiración para poder seguir, porque estaba emocionado profundamente. "Bueno, también les agradezco a los Wiñazki, que no se por qué me llaman maestro". Y ahí pudo arrancar de nuevo.
Longobardi volverá a ponerse al frente de una transmisión de Radio Mitre el 14 de noviembre para encabezar la cobertura de las elecciones legislativas: "Se avecinan tiempos difíciles en la Argentina", aventuró, al mismo tiempo que dijo que "la decisión de salir de la zona de confort y no seguir en el programa fue primero, y recién después empezaron a llegar todas las propuestas que aparecieron, que por suerte son muchas y muy interesantes".
"Me tiré a la pileta para ver si había agua y algo había. Me pegué algún golpe pero algo de agua se ve que había", dijo "Longo" quien en el final de su monólogo les dijo a sus compañeros que los iba a extrañar y que los quería mucho. Le contestaron lo mismo.
